(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

sábado, 16 de mayo de 2009

Un día, hace mucho.


Un día, no recuerdo cómo, terminé hablando con la Madre Isnarda, profesora de matemáticas y religión, de la vida y la muerte. Yo con trece o catorce años, con mi uniforme y el baby del colegio Santa Rosa, y ella, menuda, de ojos pequeños y vivos, paseando por el patio juntas. Algo habría hecho yo.

Ella me hablaba del miedo y el respeto que le infundía la muerte. Yo le contestaba que a mí no me daba miedo. Sí me aterraba la muerte de los demás, pero no la mía. Y ella me preguntaba ¿De verdad no te da miedo?, Segurísimo, le contestaba yo. Y me miraba muy pensativa. No se que pensaría.

Con trece años se puede hablar con mucha entereza de la muerte. Es como hablar de la Vía Lactea, o de los anillos de Saturno. Es algo lejano, desconocido y que no nos toca para nada.

La diferencia es que la Vía Lactea sigue hoy en el mismo sitio que entonces . La Madre Isnarda ya no. Y otros muchos tampoco.Con trece años es más fácil ser valiente.

5 comentarios:

  1. Hola Maite! que bonitos los trece años!! cuando vivíamos ajenos a los problemas de la vida...pero aunque ahora sea consciente de muchos de ellos. No los cambio, me quedo como estoy. Buen fin de semana!
    Un abrazo salado
    glup!

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  2. Con 13 años crees que eres inmortal, a medida que te vas haciendo mayor, la realidad de la muerte te hace consciente de la fragilidad del ser humano, y te das cuenta que la inmortalidad no es una opción, te aterra y cuando consigues sosegarte y racionaizar, lo que intentas es sacar el máximo partido a los días en que disfrutarás de este maravilloso regalo que es la VIDA.

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  3. Querida pez payaso, yo tampoco los cabio, aunque a veces los añoro.
    Un abrazo y feliz fin de semna.
    Jesús, gracias por tu comentario, es la síntesis exacta de lo que he querido decir.

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  4. Hola Maite.
    Milan Kundera hablaba de la insoportable levedad del ser.
    Cuando se tienen 13 años, el ser no es leve. Cuando vamos haciendonos mayores, la vamos soportando.
    Un saludo.

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  5. Churricos, los trece años son practicamente el comienzo de todo.Y es verdad que luego "vamos soportando" la vida, pero ójala haya que soportarla mucho ¿no?. También la disfrutamos más, porque sabemos lo que hay.
    Un abrazo.

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