No puedo controlarlo todo. Llevo una teporada repitiéndome esta frase, como un mantra. Ahí está, como una gotera, y de repente me encuentro con otra frasecita que consigue lo que no ha conseguido la gotera.
Sin ser lo que buscaba terminaste siendo todo lo que necesito
Me caigo del caballo, como San Pablo, y recuerdo algo que siempre he tenido muy claro...no hay que esperar que la gente cambie..., pero...¿y yo?....No puedo controlarlo todo, y no puedo controlar lo que siento, aunque me empeñe todos los días. La gente no cambia...¿Por qué tengo que cambiar yo?. Esto es lo que hay. Me gusta lo que siento. De momento, se queda ahí.Me he dado autorización para sentir sin analizar y emocionarme sin entender. Carta blanca...y a fluir. No quiero controlarlo todo.
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