(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

lunes, 25 de abril de 2011

Cosas que pasan al irse a dormir

A las 21:55 he apagado la tele, el ordenador y las luces del salón.La camita me llama. He cerrado la puerta de casa con dos vueltas, he vuelto al salón a recoger los zapatos que he dejado tirados en la alfombra y he entrado a oscuras en la cocina a ver si la señora lavadora ya había terminado y le parecía bien que me fuera a la cama a dormir más de ocho horas de un tirón. Con esta cosa mía de andar descalza siempre, enseguida he notado que la cocina era un charco enorme de agua....He dado la luz. Era más bien un charco de espuma; la fiesta de la espuma en mitad de mi cocina....¡hoy!, que lo único que quiero a estas alturas es DORMIR. Pues nada, a activar el protocolo de emergencia, sobre todo pensando en que el agua no baje para abajo, que no quiero líos con los vecinos ni con los seguros.....ufff!, precisamente hoy.
Rato después, miro a la lavadora con desconfianza. Ahí la tengo trabajando. A ver si esta vez la cosa termina bien. Yo no sé de dónde ha salido tanta espuma....igual es que he metido dos arielitas de esas de detergente llenas hasta arriba. La verdad es que no me acuerdo. Cuando estoy tan cansada tengo memoria de pez.
La lavadora desbordada de espuma y yo simplemente desbordada. Lo de la lavadora se arregla mucho más fácil. Una hora después todo está como si no hubiera pasado nada y la cocina huele mucho más a limpito, a jabón de Marsella. Y a pesar de que estoy agotada, o igual por eso, y de que ya debería llevar una horita en la cama, me viene el pensamiento filosófico del día: Desbordamientos, crecidas, tsunamis....al final, todo vuelve a su sitio....claro, que en el caso de una lavadora es mucho más sencillo. Hoy, no me dá para más, ni estoy para profundidades.
A ver si la secadora respeta mi descanso y no hace una de las suyas. Lo único que tiene que hacer es dar un poquito de calor, un ratito....no es tan dificil.

martes, 19 de abril de 2011

Contra el viento del Norte y Cada siete olas

Foto de portada de Cada siete olas

Cada siete olas me lo leí ayer, de tirón, no podía parar. Es la segunda parte de Contra el viento del Norte, un libro del austriaco Daniel Glauttauer que me dejó mi amiga Silvia. Ella se lo estaba leyendo el fin de semana anterior, cuando estuvimos en Donosti. Esa noche dorminos en Estella. Antes de dormir yo me conecté en el ordenador de la recepción del hotel y ella se subió a leer. Cuando llegué a la habitación me leyó en voz alta algunos de los correos electrónicos que se intercambiaban Leo y Emmi, los protagonistas de la historia. El día en San Sebastián fué intenso, el viaje de vuelta más largo de lo que debería, porque para seguir con nuestras tradiciones, nos liamos un poquito a la salida (lo que viene a ser perderse un poco), pero a la hora de cenar estábamos en Estella. Silvia se terminó Contra el vinto del Norte mientras yo me quedaba fritísima, pensando en esos correos que me había leido.
El libro se vino conmigo a Zaragoza. Un libro que engancha, ¡y de qué manera!. El formato es una de sus cosas originales. Son correos electrónicos. No hay narrador, no hay introducción, ni descripción, ni ningún tipo de valoración. Es una colección de correos entre dos desconocidos que se encuentran casualmente.
El formato es perfecto. ¿cómo no se me ha ocurrido a mí? No lo puedo entender. Esto lo podía haber escrito yo, pienso desde la humildad, pero realmente molesta conmigo. La primera parte sabe a poco así que el domingo me voy a la feria del dia del libro derechita a buscar la segunda parte, que encuentro sin ningún problema. Y la devoro, me la como con patatas. No me decepciona, ni mucho menos. Mantiene el nivel de la primera parte, mantiene la frescura, la tensión, la emoción y me produce lo mismo: a veces tengo que cerrar el libro mientras pienso ¡qué fuerte!, y releo la página y sigo, como si necesitara tomar aire, asimilar lo que acabo de leer o simplemente memorizar una frase perfecta, preciosa...una respuesta genial a una pregunta todavía más genial.
Algunas de las cosas más bonitas que he leido nunca sobre la relación entre dos personas están en estos libros. Y sin necesidad de ponerles un nombre.
Tengo una sopa de letras en el fuego; le voy a echar vistazo que nunca se sabe lo que pueden hacer un puñado de letras si las dejas solas, sin vigilancia.

lunes, 18 de abril de 2011

La noche que tampoco veré Moulin Rouge


Plátano antes de descomponerse.

Esta noche toca El retorno del Jedi, la última de la saga StarWars, cronológicamente hablando. Yo llevo unos días queriendo ver Moulin Rouge, que me la han dejado, pero no lo consigo, así que me voy a ver si consigo limpiar la mochila de Javier. No le prometo nada. Peor ha sido lo de los libros y los cuadernos.
Por lo visto los Martes les dan una pieza de fruta en el cole, por eso de fomentar la dieta sana, y por lo visto también, hubo un Martes que a Javier no le apeteció el plátano, vaya por Dios. ¿Dónde terminó el plátano?...pues en el fondo de la mochila...,.y lo que yo me he preguntado al ver lo que he visto ¿Cuanto tiempo ha estado el plátano allí, madurando, primero y descomponiéndose después?....pues no lo sé, pero poco no.
Lo de los cuadernos y los libros ha sido un asquito. Han quedado secuelas, pero no he podido hacer más.
-¡Javier! si no quieres fruta no te la comas, pero por favor, por favor.....esto es una guarrada!!
Chicos, voy a intentar limpiar la mochila de Javier, les digo, porque ya desisto de que me dejen ver una peli "de las mías".
-No lo intentes, hazlo- me dice el mayor, sabiendo que me ha metido un gol.
Me dan ganas de yo que sé qué, pero haber visto tantísimas veces La Guerra de la Galaxias tiene su cosa buena....recuerdo las palabras del Maestro Yoda:
"El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento" ......
Y entonces tomo aire, me coloco en un plano superior, para no entrar al trapo y me voy a limpiar el puto plátano...lo que queda de él, de la mochila de los Gormitis.

lunes, 11 de abril de 2011

Debilidad

Ondarreta y las montañas azules

Hacía ya unos cuantos días que el Cantábrico me estaba llamando insistentemente, sabiendo que soy débil, que no puedo resistirme....y allí estaba yo el Sábado, escuchando las olas romper como quién escucha una nana. Mirando embobada la espuma del malecón, oliendo a mar, rendida, pensando ¡pero qué debil soy!.
Y apoyada en el muro de piedra miraba las montañas que rodean Ondarreta, azules al atardecer, y el agua revuelta muchos metros debajo de mí, verde con fondo negro. Y no podía dejar de repetirme los versos de Uribe..."No puedo elegir, me quedo aquí entre olas verdes y montañas azules".
Nunca me quiero ir de San Sebastián, me voy con una sensación triste, como si me dejara algo allí. Por eso vuelvo siempre....y porque el Cantábrico hace conmigo lo que quiere.

martes, 5 de abril de 2011

Buscando puentes



Lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar
 y qué puente hay que quemar.
(Bertrand Russell)


A veces da miedo cruzarlos
A veces da pena quemarlos
Otras veces en cambio, es un gran alivio descubrirlos
Y a fuerza de cruzar y de quemar y de descubrir se va dibujando mi hoja de ruta.
Algunos son estables, de piedra firme y seguros
Otros son estrechos, colgantes, de tablillas de madera,
pero ambos cumplen la misma fución:
llevarte al otro lado; desde allí se vé muy claro.
Sigo buscando puentes.


Confirmado, no me gusta la primavera...

Y eso que la alergia, de momento me está respetando, pero es que estoy teniendo demasiados efectos secundarios:

1- Tomo una decisión y algo me dice que no es la correcta.
2- Renuncio a algo que quiero porque es "lo mejor", y estoy peor.
3- Hago las cosas "con cabeza", para no pasarlo mal dentro de no sé cuanto, y eso sólo adelanta el momento de empezar a pasarlo mal.
4- Digo que sé lo que quiero, y lo dejo marchar.
5- Qué dificil es todo.
6- Me he cubierto de gloria.
7- Me vienen a la cabeza una y otra vez dos frases: ¿Qué harias si no tuvieras miedo? y "Tu corazón es libre, ten el valor de hacerle caso".....¡¡Y me tienen muy harta!!.
8- Nos empeñamos en poner nombre a las cosas, pero no todas las cosas deben tenerlo. Lo malo es cuando en vez de disfrutarlas pierdes el tiempo decidiendo cómo llamarlas.
9- Y sabiendo todo esto, yo me pregunto...¿¿¿???
10- En fin, que pienso demasiado....¿Pa qué tanto?

viernes, 1 de abril de 2011

Uno de Abril; Va a ser verdad que ya es primavera

Plaza San Pedro Nolasco. Zaragoza.

La primavera nunca ha sido mi estación favorita, aunque reconozco que está muy bien y que es muy inspiradora, pero prefiero el otoño, creo que por los colores y los olores; Sin embargo, este año la primavera me tiene un poco alterada, ¡manda huevos! (cita de un famoso ministro de defensa español....que también dijo aquella otra de " Viva Honduras"). Digo lo de "manda huevos" porque una ya tiene una edad y las cosas no deberían ser así a estas alturas, pero parecer ser que sí, que siempre son así.
Y con ese estado de duda constante que me acompaña en los últimos días, que parezco una de "Al salir de clase", he aprovechado la mañana de este día libre tan típicamente primaveral para pendonear un poco por las librerías del centro. Iba en busca de algo divertido, ligerito, de poco pensar. ..
¿Lo quieres para regalo?, me ha preguntado la vendedora de El Corte Inglés mientras me cobraba una Antología de Khalil Gibran......Esto no me conviene nada a mí, he pensado mientras me mordía la lengua para no contestarle, "no, da igual, no me lo envuelvas que me lo llevo puesto". Hoy me hubiera venido mucho mejor ese de ¿Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas?, o algo parecido, pero no. Así que me he cogido mi libro de poesía libanesa y me he ido a tomar unas cañitas y un bocata de calamares con unos buenos amigos....que por cierto, me han rogado encarecidamente que ni se me ocurriera leerles nada. Les he respetado durante la comida. Luego ya en la terracita no.Bueno, tampoco les he torturado. Me he leido un par de cosillas mientras me tomaba mi café con hielo, muy disimuladamente, mientras arreglábamos el mundo y la cosa no ha ido a más. Y el mundo se ha quedado arreglado.
Pero ahora llevaba un ratillo en casa pasando las hojas, picoteando de aquí y de allá y me he encontrado con dos cositas que me han gustado mucho....y como el blog es mío, las pongo (compañeros de calamares, atentos, que al final os va a gustar el libanés este):

La realidad de la otra persona no está en lo que te revela,
sino en lo que no puede revelarte.
Por lo tanto, si quieres entenderlo, no escuches lo que dice,
sino más bien lo que no dice.


Si quieres poseer, no debes reclamar.



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