Plaza San Pedro Nolasco. Zaragoza. |
La primavera nunca ha sido mi estación favorita, aunque reconozco que está muy bien y que es muy inspiradora, pero prefiero el otoño, creo que por los colores y los olores; Sin embargo, este año la primavera me tiene un poco alterada, ¡manda huevos! (cita de un famoso ministro de defensa español....que también dijo aquella otra de " Viva Honduras"). Digo lo de "manda huevos" porque una ya tiene una edad y las cosas no deberían ser así a estas alturas, pero parecer ser que sí, que siempre son así.
Y con ese estado de duda constante que me acompaña en los últimos días, que parezco una de "Al salir de clase", he aprovechado la mañana de este día libre tan típicamente primaveral para pendonear un poco por las librerías del centro. Iba en busca de algo divertido, ligerito, de poco pensar. ..
¿Lo quieres para regalo?, me ha preguntado la vendedora de El Corte Inglés mientras me cobraba una Antología de Khalil Gibran......Esto no me conviene nada a mí, he pensado mientras me mordía la lengua para no contestarle, "no, da igual, no me lo envuelvas que me lo llevo puesto". Hoy me hubiera venido mucho mejor ese de ¿Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas?, o algo parecido, pero no. Así que me he cogido mi libro de poesía libanesa y me he ido a tomar unas cañitas y un bocata de calamares con unos buenos amigos....que por cierto, me han rogado encarecidamente que ni se me ocurriera leerles nada. Les he respetado durante la comida. Luego ya en la terracita no.Bueno, tampoco les he torturado. Me he leido un par de cosillas mientras me tomaba mi café con hielo, muy disimuladamente, mientras arreglábamos el mundo y la cosa no ha ido a más. Y el mundo se ha quedado arreglado.
Pero ahora llevaba un ratillo en casa pasando las hojas, picoteando de aquí y de allá y me he encontrado con dos cositas que me han gustado mucho....y como el blog es mío, las pongo (compañeros de calamares, atentos, que al final os va a gustar el libanés este):
La realidad de la otra persona no está en lo que te revela,
sino en lo que no puede revelarte.
Por lo tanto, si quieres entenderlo, no escuches lo que dice,
sino más bien lo que no dice.
Si quieres poseer, no debes reclamar.
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MAITE:
ResponderEliminarKhalil Gibrán me cae un poquito (bastante) mal. Recuerdo con especial horror un poema que dice algo así como que los hijos no son nuestros sino del aire y de todos y de no sé qué.
¡Y eso lo decían unos conocidos (bastante cercanos) para endosarnos a sus hijos cada vez que podían! Resulta que "sus" hijos eran de todos, pero los "míos" son únicamente nuestros...
¡Manda ovoides!
En fin, espero que su lectura te reporte algún bien.
(Me sumo a tus colegas de cañas: pezgibranes, no gracias, debes dejarlos... en la estantería, jejejeeje).
(Que es broma, no te me enfades).
Salu2.
Dyhego, me estoy dando cuenta de que el libanés este es un poco denso, pero a mí no me engañas....tú te sumas a mis compañeros de cañas porque también había calamares, que nos conocemos!!
ResponderEliminarUn beso.
Me ha gustado más el bocata de calamares que el poema ese de "crucificadme, que estoy loco" o algo así.... Habrá que invitar a Dyhego al próximo bocata de calamares.;-)
ResponderEliminarSois una panda de insensibles todos!!cagüen todo!, aunque reconozco que el bocata de calamares ha estado tremendo....a Dyhego no se lo digas dos veces que se apunta;)
ResponderEliminarA mi plin! como estoy enamorada, me la refanflunfla el libanes y hasta el bocata de calamares.
ResponderEliminarAsi estamos, hija.
jajjaaj
Besicos de amores.
Marocha, eso está muy bien, pero te voy a decir una cosa....mmmm, no sé, se me ha olvidado....es que esta primavera ando un poco despistadilla.
ResponderEliminarPor cierto, el libanés un poco regulero, no te creas.
Igual te llamo ¿O qué?...
Besos
Menuda pareja de dos.... Besicos desde la distancias para no pasaros los virus.
ResponderEliminarSilvia, de lo tuyo mejor ni hablamos....pero ya verás cuando le contemos a Marocha lo de la bici, la tarjeta etc...
ResponderEliminarUn beso para tí y saludos a tus virus y a los de tu hermana.
Pues...
ResponderEliminarno sé si es que no estoy enamorada, o que paso de los calamares o es que soy rarilla de serie... pero aunque reconozco que "de seguido" el Gibran se hace un poco cuesta arriba, a mí me parece que tiene frases sabias, como ésta, de una realidad brillante y casi dolorosa.
Pequeñas dosis, es lo mejor.
Besos para todas.
Ada, lo mejor pequeñas dosis para todo, para el Gibran, para los calamares (que llevan mucho picante) y hasta para enamorarse, que luego te empachas y se te hace maseta.
ResponderEliminarBesos!