(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

martes, 4 de junio de 2013

Equinoccios y solsticios



Parece que ahora si, de verdad, el verano se empieza a acercar. Lo he notado porque hay un  moscardón revoloteando como un poseso por toda la casa. Creo que busca una salida. Se ha colado sin querer, seguro, por la ventana de mi cuarto y ahora anda por el salón. Le he abierto la puerta de la terraza de par en par, pero no la ve. Me está dando hasta pena. Si me entendiera le diría "chico, mira un poco más para allá que vas como un loco!"....pero me parece a mí que va a tener que darse cuenta el solito.
En mi calle hay muchos árboles, y un patio de colegio, por eso el griterío lejano de los niños jugando y los pájaros, que charlan de copa en copa, meten el buen tiempo en casa....hay que buscar las sandalias, los esmaltes de uñas fluor que compre el año pasado, ver si los bañadores han sobrevivido después de dos mudanzas tan seguidas; Hay que abrir el cajón de las camisetas de tirantes y recordar sus colores, poner las velas en la terraza y tener helado para cuando se hace de noche y no apetece irse a dormir.
El moscardón ya no está. Paz para mí y por fín, libertad para él. Los dos felices. No hay nada como abrir ventanas para que entre la luz y el sonido del verano...y para que desaparezcan los zumbidos molestos que no dejan escuchar nada más.
¡Qué maravilloso el cambio de estación!....Mi favorita...siempre, la que está por venir...