(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

jueves, 30 de junio de 2011

Fliping in colours.



Me encanta viajar. Me parece que es algo que le gusta a casi todo el mundo, por el hecho de descubrir cosas nuevas. Cuando me voy al Pirineo, por ejemplo, a poco más de una hora de mi casa, bueno, casi dos, alucino con cada sitio nuevo que me encuentro, y me vuelven a sorprender los sitios que ya conocía. Siempre me parecen mejores de lo que  los recordaba.
Cuando viajo a otros lugares de Espania (lo siento, estoy en Holanda, no existe la n con el palito encima) me gusta hacerlo de una manera un tanto anarquica, sin planear demasiado donde voy a ir o que voy a hacer. me gusta llegar, ver que hay y luego ir saboreando lo que me encuentro. Para mi viajar no es cumplir un horario o un objetivo de lugares visitados. Igual cuando me voy me doy cuenta de que no ha visitado por ejemplo la Catedral, sitio mas popular de la poblacion, pero me he tomado guisito local en lugar que no viene en las guias turisticas y he conocido a gente de alli que me ha hecho ver muchas mas cosas que las piedras de la catedral (y que conste que me encantan las piedras!).
En Europa se puede viajar asi igualmente. Son paises seguros en los te puedes permitir callejear, deambular, preguntar y relacionarte con todo el mundo.
Hoy es mi cuarto dia en Holanda. En un ratito cogere un autobus que me llevara a amsterdam para volver a Madrid. Es la primera vez que visito este pais, y como en todos los lugares de Europa en los que he estado antes, aqui todo el mundo habla ingles perfectamente, da igual la edad, el nivel cultural, es alucinante. Vengo toda contenta pensando que tengo un nivel "majillo" y resulta que hasta los gatos hablan ingles mejor que yo. Pero bueno, el caso es que con mi ingles me manejo estupendamente, es algo por lo que no me tengo que preocupar y eso me permite relajarme todavia mas y disfrutar de cosas que me hacen flipar en colores: costumbres diferentes, horarios diferentes (hoy he comido a las 11: 45, ha sido demasiado para mi, cuando esta noche llegue a Madrid voy a tener tal "jet lag" alimenticio,  que no voy a saber si cenar o desayunar).
El motivo del viaje ha sido el trabajo pero he tenido tiempo de hacer otras cosas. La primera noche cene con un colega en el centro de Delft, ciudad preciosa, llena de canales, calles adoquinadas, construcciones tipicas de los paises bajos, cientos, no, miles de bicicletas por todos los lados....en fin, un lugar como de cuento. La segunda noche pense que nos iban a invitar a cenar a todos los participantes de la formacion en la que estoy participando pero en realidad nos invitaron a cocinar. Nos llevaron a una especie de sociedad gastronomica nos pusieron un delantal y nos repartieron unas recetas para hacernos la cena nosotros mismos (eso nos pasa por trabajar en IKEA con la historia esa de hazlo t'u mismo). Eramos diez: Un holandes, una candiense, siete suecos y yo. Casualmente una de las recetas era Tortilla de patata, que le toco a la canadiense y que inmediatamente me dijo : "tu en mi grupo". Asi que la candiense, una sueca y yo formamos el grupo de la tortilla de patata. En la receta habia ingredientes de los que yo no habia hoblar nunca y les dije, "chicas, olvidaros de esto, vamos a hacer una tortilla de patata que se van a cagar".  Esto ultimo no se lo traduje, les dije que era una expresion espaniola para decir que lo ibamos a hacer muy bien...
El cocinero holandes al mando del garito pretendia que hicieramos la tortilla para diez con dos patatas y ademas precocidas. Por supuesto le dije que de ninguna manera y me localizo unas cuantas patatas normales, para pocharlas a fuego lento como dios manda. La tortilla salio de miedo. El momento espectaculo fue cuando le di la vuelta a la tortilla. Nunca pense que algo tan cotidiano para nosotros pudera causar tanta expectacion. Tuve que ceder a los deseos de la canadiense que propuso echar unas cigalas a la tortilla...en fin, bueno, cocina creativa....al final estaba buenisima, a todo el mundo le encanto. Nos pusimos como el quico porque todo el mundo hizo unas cosas deliciosas, pero me di cuenta de que igual que yo flipo en colores, los demas tambien flipan conmigo por cosas que a mi me parecen normales. Hoy uno de los suecos me ha presentado a su mujer que andaba por aqui y yo le plantado dos besos con toda la naturalidad del mundo. Me he dado cuenta de que ella se quedaba un poco alucinada. Luego, el chico me ha dicho que ella ha pensado que que narices hacia yo besandola sin conocernos de nada....todos "fliping in colours", eso es lo mas divertido de viajar.


ps: cuando este en Espania pondre los acentos....aqui no los encuentro. Y los palitos en las n.

viernes, 24 de junio de 2011

Elige tu actitud


Después de un año en el que he reflexionado mucho sobre el tema de la actitud ante los acontecimientos, el entorno o las personas, he podido comprobar que efectivamente, cuando uno es consciente de que puede elegir su actitud, todo cambia. Todo es más fácil, y uno tiene muchísima más energía. Gracias al trabajo que he desarrollado este año con un grupo de compañeros he aprendido el poder que tiene la actitud, y la gran diferencia que hay entre aceptar  y resignarse.
He encontrado este texto de Mario Benedetti que sintetiza muy bien la diferencia entre tomar una actitud positiva o negativa....ver la botella medio llena o medio vacía....ver una crisis o una oportunidad. Hay muchas maneras de expresarlo. La de Benedetti me gusta:


¿Cómo va a ser tu día hoy?

Esta mañana desperté emocionado
con todas las cosas que tengo que hacer
antes que el reloj sonara.

Tengo responsabilidades que cumplir hoy. Soy importante.
Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener.

Hoy puedo quejarme porque el día esta lluvioso
o puedo dar gracias a Dios porque las plantas están siendo regadas.

Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero
o puedo estar contento que mis finanzas me empujan
a planear mis compras con inteligencia.

Hoy puedo quejarme de mi salud
o puedo regocijarme de que estoy vivo.

Hoy puedo lamentarme de todo
lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo
o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido.

Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas
o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.
Hoy puedo autocompadecerme por no tener muchos amigos
o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones.

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar
o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.

Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela
o puedo abrir mi mente enérgicamente
y llenarla con nuevos y ricos conocimientos.

Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar
o puedo sentirme honrado porque tengo un techo para mi mente, cuerpo y alma.

Hoy el día se presenta ante mi esperando a que yo le de forma y aquí estoy,
soy el escultor. Lo que suceda hoy depende de mi,
yo debo escoger qué tipo de día voy a tener.

Que tengas un gran día... a menos que tengas otros planes





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domingo, 12 de junio de 2011

Cosas que sólo pasan en las bodas


Ir a una boda es como sumergirse en otra dimensión, en un universo paralelo. Es como irse al Pais de Nunca Jamás, o al país de las Maravillas. En una boda puede pasar cualquier cosa porque las normas que rigen el comportamiento social no son de "este mundo".
Todo empieza muy formal, muy dentro de lo que tiene que ser. Básicamente hasta que llegas al lugar en el que sirven los aperitivos, concretamente hasta el momento en el que el camarero se acerca con la bandeja  y te pone en la mano la primera caña o el primer vinito. Hasta ahí todo había sido normal: Encuentros, reencuentros, saludos, qué grandes están los niños, qué guapos estamos todos, los novios que se casan, las fotos, y la clásica pregunta: ¿Pero por dónde se va al restaurante?.
La primera caña lo cambia todo. A partir de ahí extraños fenómenos se suceden y se van  volviendo más y más surrealistas conforme avanzan las horas y se vacía la barra libre. Si la barra libre no tiene fin, los sucesos extraños, se vuelven casi sobrenaturales, esto es proporcional.
Algunos de estos extraños sucesos son:
1) Los niños se rebozan por el cesped, se ponen perdidos, hechos un asquito y a los padres les importa un huevo
2) Los niños comen lo que les da la gana, o no comen, y a los padres les importa un huevo.
3) Nadie puede más al llegar la carne, pero todo el mundo se la come....algunos repiten.
4) Casi nadie bebe normalmente, pero todo el mundo se pide un cubata para acompañar el café, que es digestivo....de ahí, vamos cuesta abajo.
5) El personal se vuelve loco cuando se escucha eso de "devuelveme la vida que me las quitao, que me las quitao, que me las quitao....devuelveme la llave de mis sentimientos for favooooooor...".
6) Casi nadie fuma y ahora menos todavía, pero mis cuñados y hermano, al estilo los intocables de Elliot Ness, se meten su correspondiente puro, que parece ser que es buenísimo y parecen disfrutarlo y todo.
7) Nadie lo confiesa, pero todo el mundo espera el "Paquito chocolatero" como agua de Mayo. Esta vez en versión King Áfrika. Las filas se forman como si se hubieran estado ensayando un més antes. Queda precioso.
8) "Ese toro enamorado de la luna" nos hace conectar con nuestras raices más cañís...y todos conectamos. También ayudan mucho a esto los pasodobles varios que nunca fallan.
9) Los Nikis, con aquello de "Seremos de nuevo un imperio....lalalala....y la moda es el rojo y amariloooo" provocan un éxtasis colectivo....y a continuación Barrikada y Mago de Oz provocan el mismo efecto en las mismas personas que saltan descontroladas con el puño en alto...¿....?.
10) Se forman las tradicionales congas, la más exitosa la provocada por un mix de canciones de fiestas de pueblos. Es una conga familiar, aglutinadora de generaciones, en la que críos entre 5 y 12 años se desgañitan cantando "nos iremos a joder a Salamanca", "Maricooooon , el que no bote" y cosas así. Los mayores, es decir, los adultos, dándolo todo.
11) Mientras tanto, sujetando la barra, uno de Bildu habla de política con un Coronel.....las familias se han percatado y se empiezan a organizar operativos para disolver el encuentro cuanto antes....no sirve de nada, ellos a lo suyo....o termina como el rosario de la aurora o con un nuevo pacto de Lizarra. Parece que la cosa no fué a mayores...Esto es talante y hasta alianza de civilizaciones.
12) El último autobús siempre sale cuando uno lo está pasando mejor....como dijo mi padre, no nos vamos porque el ambiente decaiga, nos vamos porque no hay más autobuses.....menos mal, sino, igual estaba todavía ahí con el de Bildu.

Si, ayer estuve de boda, y me lo pasé muy, muy bién....porque claro en el día a día una no puede cantar canciones del Fari, o bailar La gallina turuleta, y parecer una persona seria y equilibrada, pero en las bodas sí. En las bodas puede pasar casi cualquier cosa.

lunes, 6 de junio de 2011

El tiempo que no fué


En la última hora de este dia vencido, me dejo arropar por el silencio de la casa que ya duerme hace rato, sin ruidos, sin prisas, sin deberes en las próximas horas. De vez en cuando un autobús aprovecha la soledad de la avenida para acelerar con todas sus fuerzas en su último viaje del dia, seguramente vacío de pasajeros, pero no me molesta el ruido, porque en su correr acelerado percibo que busca, igual que yo, el silencio y el descanso; Que ya se termine el dia.
En algún lugar de la casa suena el pi, pi, de la alarma de un reloj digital, que me hace sonreir y me hace recordar un tiempo terminado que en realidad nunca empezó. Y no debería hacerlo, pero me sumerjo en ese tiempo paralelo porque allí estoy bien. La fiebre ha bajado un poco, lo justo para notar que mis pulsaciones ahora están más acompasadas, y en ese lugar, que debe ser muy parecido a lo que sería  un sueño, me quedo escuchando  los consejos que me doy, de aquel tiempo que no fué, de cómo dejarlo estar, pero sin quererlo olvidar. Vuelvo a escuchar el reloj, y me vuelve a hacer sonreir. Es buena señal. Señal de que me he quedado con lo bueno, con lo que en realidad si que fué, aunque no fuera más. Un tiempo que puedo conservar, congelado. Por eso a veces me da frío.

domingo, 5 de junio de 2011

¡Como se entere Iker Jiménez! (el de Cuarto Milenio)


Hoy era día de montaña, aire libre, palizón de los que te deja nueva. Pero resulta que la Agencia estatal de metereología (además de mi teléfono), había dado para hoy alerta por tormentas en el Pirineo, así que nos hemos quedado en casa. Después de dos semanas de trabajo agotadoras y de un esguince mal curado, casi lo he agradecido.
El plan B era feria del libro y vermú por el casco viejo, pero los acontecimientos de los últimos días pesaban demasiado. Nos quedamos en casa. Dia de descanso. Dia de "que se pare el mundo", día de "no quiero saber nada del mundo exterior" o de "lo único que me importa es mi sofá y la mantita de las siestas". Y con estos pensamientos me preparaba un café a las once de la mañana con todo el día por delante para mí, para no hacer nada....pero no sé lo que me ha pasado, porque algo me ha pasado. Conforme me tomaba el café con leche y los cereales Special K me han empezado a entrar unas ganas enormes de recoger las cosas de la cocina, de tender la lavadora que acababa de terminar de pasar el aspirador, de fregar el suelo, de bajar algunas cosas al trastero, de descolgar las cortinas del salon, meterlas en la lavadora y volver a colgarlas, todas limpitas oliendo a suavizante de colonia Nenuco.....no sé que me ha pasado, pero hasta he quitado el arbol de navidad....si, todavía lo tenía puesto, me recuerda al Pirineo, es un tema sentimental.
El caso es que me han dado las cuatro de la tarde, sin parar, sin comer, y casi me pongo a planchar...¡no! hasta aquí, me he dicho, no me reconozco. Esto no me había pasado nunca, estas ansias por tener todo tan requete ordenado. Igual me sentó mal la ensaladilla rusa de la cena del viernes. Igual es una reacción alérgica a algo que he bebido, al pacharán, que hacía mucho que no tomaba...no sé. Es muy raro.  Me lo voy a controlar estos días a ver cómo evoluciona porque me está empezando a preocupar. Ahora mismo, sin ir más lejos, lo que me pide el cuerpo es ponerme a doblar ropa y a colgar cada cosa en su armario....uff!, no somos nada.

viernes, 3 de junio de 2011

Palabras con poderío.


No me gusta ser una muñeca de trapo. No me gusta depender de las decisiones de nadie. No me gusta estar sentada en el banquillo, esperando por poder jugar, tal vez, cinco minutos. En ese caso prefiero cambiar de deporte. Juego para jugar y disfrutar, no para esperar.
No me gusta comulgar con ruedas de molino, no me gusta sentirme manejada, manipulada, condicionada.
No me gusta hacer cosas en las que no creo, ni esperar algo de quién no me inspira confianza.
No me gusta ver los toros desde la barrera, ni esperar a que sucedan las cosas o a que el viento cambie por azar.
Y apesar de todo, a veces, dependo de otros, tengo que tener paciencia, mientras espero sentada, pensando que mañana mismo me dedico a otro deporte....¿Por qué seguiré yo con esto?. A veces me siento manipulada y tengo que hacer cosas que no quiero . Y a veces tengo que esperar que las cosas pasen, que sople un viento favorable. Y espero. También se aprende a esperar. Algunas veces es conveniente hacerlo. Otras no. Otras veces lo mejor es decir: Ahí te quedas. Sayonara, baby. Que la fuerza te acompañe o cualquier otra frase peliculera que le dé a la situación la solemnidad que se merece....y si no hay una frase adecuada, hay dos que valen para todo:
Siempre nos quedará Paris...
Nunca nos quitarán la libertad...

Aunque tengo que reconocer que hay una frase del Un, dos, tres que me pone especialmente: "Hemos venido a jugar". Me gusta.(si esto fuera Feisbuk aquí iría el dedito pulgar para arriba).....Me gusta de siempre.