(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

miércoles, 27 de agosto de 2014

El señor miedo y yo




Acabo de tener una conversación con un señor....viejo conocido. En los últimos tiempos tenemos un pacto de no agresión. Yo lo ignoro y el me respeta. Así nos apañamos. Pero lleva unos días rondándome y esta mañanita ya hemos tenido una de nuestras charlas.

El miedo es la suma de sensaciones encontradas, de ingredientes que se mezclan y dan como resultado algo viejo como la humanidad y sin embargo, nuevo cada vez....un nudo en el estómago, las famosas mariposas, que parece ser que siguen existiendo, un abismo que se abre a tus pies y que da mucho vértigo, y esa sensación de paz que da cerrar los ojos y reconocer cuál es tu lugar, sin que importe en realidad el lugar.
Y la confianza de saber y reconocer lo que uno quiere, y el miedo a equivocarse. Pura contradicción.
Yo  prefiero dejar fluir ambas cosas, que se encuentren, y lleguen a la conclusion de que las dos están ahí para lo mismo.  Creo que eso son las mariposas, el miedo empujando para un lado, la ilusión empujando para otro.....y el pobre estómago pidiendo una tregua y un poco de organización.
Allí está todo lo que quiero, al otro lado del miedo. No sabes lo que quieres hasta que lo encuentras, eso es verdad...y con lo que cuesta encontrarlo aparece el miedo con su interrogatorio y sus amenazas: lo que arriegas, lo que puedes perder, lo que puede salir mal...el daño que te pueden hacer...
Lo escucho, lo pienso, le agradezco los consejos, porque cada uno está para lo que está, y el tiene una misión de prevención importante, pero le comunico que quiero seguir mi camino sin el.
Es una suerte sentir así las cosas. Me considro afortunada y quiero disfrutar el camino, sin nubes negras, como venga...y sin prisas, porque lo bonito de los viajes no es el destino, sino el camino.


lunes, 19 de mayo de 2014

Morera



No sé que hacer con las ausencias. Una veces me dan frío y otras veces me queman, o se me atragantan, porque se quedan atravesadas en el mismo sitio  de la traquea donde se quedan siempre....eso debe ser el nudo en la garganta.
Y yo las condeno a rincones oscuros, a lugares que ni yo conozco bien. A esa especie de trasteros en los que se meten las cosas de cualquier manera, en espera de que cualquier año, por fin, se ordenen y se clasifiquen.
Otras veces, en cambio, las tengo en la librería del salón, como las fotos enmarcadas, delante de los últimos libros que compré. Y están allí y las miro, como si fueran a dejar de ser ausencias de un momento a otro. Como si fueran un gusano de seda. Las miro y me dan ganas de ir a buscar morera, esperando la transformación mágica que me fascinaba cuando era pequeña.
No sé que hacer con ellas. Las miro con respeto, a veces cansada, a veces por encima del hombro, sabiéndome superior a ellas, y sabiendo que su reinado es temporal, que al final, tienen su tiempo limitado y que cuando dejen de quemar, o cuando me dejen respirar, yo seré quien siga aquí, y ellas se habrán difuminado como los dibujos de tiza en el suelo de un patio de colegio.
Mientras tanto, hasta que desaparecen, las miro de arriba abajo, del derecho y del reves, buscando eso que las hace estar tan presentes, buscando por qué esas ausencias son tan importantes para mí. Buscando eso que fue tan bueno. Al encontrarlo y darle más valor que a la ausencia misma, esta se hace más pequeñita cada vez...porque yo ya he encontrado mi morera. Lo que me hace crecer, evolucionar y transformar mi realidad.
Si es que no somos nada....un gusanito de seda.

miércoles, 23 de abril de 2014

Anverso y reverso



A veces me como de un bocao el mundo, y a veces me pierdo en un laberinto de dos calles.
No me asustan los laberintos, ni siquiera los difíciles. Cuando era pequeña me metía en el laberinto de los espejos del parque de atracciones y me gustaba buscar la salida. Siempre hay algo que sirve de referencia: las juntas de las baldosas del suelo, los dedos marcados en los espejos, los sonidos....
Y aún así, alguna vez, me puedo perder en uno fácil, aunque solo tenga dos calles. Eso suele pasar cuando se pierden las referencias. Todos las necesitamos, al menos, yo las necesito.

La realidad no es lo que me puede hacer sentirme fuerte o perdida, soy yo, son mis herramientas, mis valores, mis "superpoderes". Si llevo todo eso conmigo soy como Mac Giver....siempre hay una solución, siempre hay una salida....pero si me lo olvido, si lo dejo guardado en casa, en una cajita, debajo de la cama, o en el trastero, con los adornos de Navidad....entonces todo se puede complicar, cualquier cosa, por fácil que sea.  No suele pasarme, también es verdad. Cuando salgo de casa siempre repaso: bolso, llaves, móvil, superpoderes....¡todo en orden!...
¿Y si pasa?....pues ha pasado. Y entonces aparece la sensación de ser vulnerable, y parece que das vueltas en círculo, y el aire que respiras no es suficiente para llenar los pulmones. Cuando sucede eso,  me miro en el espejo y no me reconozco. Es muy sencillo de explicar. Cuando lo que haces no está conectado intimamente con tus valores, cuando ignoras lo que es importante para tí,  cuando das la espalda a tu propia voz, algo se rompe....y en esa situación me sigo considerndo afortunada, porque tengo un par de "Pepitos Grillo" que me dicen cuatro cosas,me recuerdan lo que tengo en el trastero, me ayudan a desempolvarlo y además, nos tomamos unas cañas, que nunca viene mal.
Me considero afortunada. Creo que eso es un gran superpoder. De los mejores.



miércoles, 19 de marzo de 2014

Los 20 grados y "Use the force"




Es una buena temperatura para conducir por la ciudad. 20 grados y plena luz del día.  Esto se merece una buena banda sonora. En el primer semáforo busco Counting Stars, de One Republic. Es mi canción de ahora. A veces me la pongo en bucle y puedo escucharla 10 ó 15 veces. Ya se que eso roza lo enfermizo, pero a mí me gusta.

Y entonces ahora si, con buena temperatura, luz de tarde que empieza a largarse y mi música....ahora es cuando!....disfruto de un día que termina en el trabajo y que empieza camino a casa. Las cosas han ido bien. Al final tenían que ir bien. No sabía cuando iba a ser, pero sabía que sería. Y todo ha ido bien. La clave es ser un Jedi. Yo no lo soy, aunque a veces me crea que sí, y eso me ayuda:

  • Lucho contra el lado oscuro, el que te promete resultados rápidos y fáciles a costa de cualquier cosa.
  • No dejo que el miedo condicione mis decisiones, porque El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento (Yoda) 
  • Confío en que haciendo las cosas bien y guiándome por mis valores, los resultados llegan. "Dificil mi misión es, pero imposible no" (Yoda)
  • Me fío mucho de mi instinto, de las sensaciones. "No pienses, siente. Usa la Fuerza."

Y cuando me doy cuenta de que no soy un Jedi, y se termina mi Counting stars, pasamos al siguiente nivel. Vamos a por Queen. Artillería pesada con Don´t stop me now.  Empowerment a tope. Y mañana a seguir igual, a seguir sembrando, a seguir teniendo visiones, a seguir creyendo en el poder de cada una de las personas que me rodean.....pero hoy relax y a disfrutar de la pequeña meta volante, que como decía Scarlatta O´hara: mañana será otro día. Hasta entonces, enfundo la espada láser.
May the force be with you...y los 20 grados también ayudan claro, que todo cuenta.


domingo, 16 de marzo de 2014

Mis chicos



Volvemos al ciclo de "El Señor de los anillos". Ya hacía un tiempo que no lo veíamos. Nos habíamos centrado más en Starwars, pero todo vuelve. Los ciclos de la vida. Además empezamos por el principio, por "La comundad del anillo". No tiene las mejores batallas, cosa fundamental para los niños, pero de vez en cuando hay que empezar las cosas para el principio....para que luego todo tenga sentido.

Yo refunfuño un poco cuando me dicen que quieren ponerse estas pelis. Cuando ya las has visto más de 20 veces y te sabes los diálogos da un poquillo de pereza. Aún así, la ponemos.  Sale uno de mis chicos. Me pillo un libro y miro de reojo. Los buenos son muy buenos y los malos son muy malos. Así es fácil decidir de qué lado estás. Y además, de repente, aparece él, mi chico. A los niños ya les he dejado claras las cosas: si algún dia tengo un novio, será como Aragorn. Y a ellos les parece bien.
Aunque saben que también hay otros dos, Aragorn es el favorito, el titular, el indiscutible.

William Wallace, alias Braveheart, también tiene lo suyo, aunque es bastante más impulsivo y rebelde, cosa que también me gusta. Lo que pasa que va liando una tras otra y al final le cortan el cuello. Es romántico, pero poco práctico. Muy inteligente. Más emocional que racional.

Máximo Décimo Meridio, alias Gladiator, es el tercero. Este tiene también un par de narices. Tiene las cositas muy claras desde el principio, y da igual lo que pase....él a por lo suyo. Es valiente, leal, honesto....para qué quiero más!!. Buen equilibrio entre lo racional y lo pasional. Principios incuestionables...en fin, que todo muy bien.

Y luego está mi Aragorn. Un  tio listo, sencillo, culto, pasional, equilibrado, noble, valiente, guapo que te mueres incluso sin peinarse y sin lavarse (aunque la belleza está en el interior) . Y demás es Sensible, intuitivo, empático, le gustan los niños, sabe hablar en élfico. Yo también me iría a Mordor con él, o al Abismo de Helm....o al abismo que fuera.

Igual debería bajar un poco mis expectativas...o igual no, que para eso siempre hay tiempo. Como dice el anuncio de la ONCE: si vas a soñar, sueña en grande.

viernes, 14 de marzo de 2014

Canción de cuna



Mientras pongo la lavadora, frío los sanjacobos de los niños, improviso una cena más ligera para mí, y vacio el lavavajilllas, me traslado a otros lugares. Los electrodomésticos causan este efecto en mí. Esa normalidad tan real, tan de andar por casa, del agua entrando en la cubeta del detergente, deja mi cuerpo anclado al final de un dia agotador y también permite que las cosas que siento no noten el cansancio acumulado en tantas horas. Es entonces cuando me traslado a esos otros lugares, persiguiendo todo lo que se escapa de esta cabecita.

La otra música, no la de la lavadora, la de verdad, se viene conmigo siempre. Y recuerdo algo curioso: Durante unos años no escuché música. Y solo me dí cuenta después, cuando la volví a escuchar y mi flujo sanguineo se empezó a descongelar. Ahora me acompaña siempre. Cada historia, cada momento, cada idea, cada escalofrío, tienen su banda sonora. También cada sueño, cada posibilidad, cada "¿por qué no?".
Tampoco leía en la época glacial, ni escribia nada más elaborado que una lista de la compra, donde siempre habia pañales y leche.  Y sólo cuando empecé a cantar otra vez las canciones de la radio del baño me di cuenta de que había llegado el deshielo. Fué como volver de Narnia.
Los cubiertos al caer en el primer cajón de la cocina, los platos al apilarse en la alacena y las sartenes que coloco, como no, dentro del horno, que para eso son los hornos....tienen sus propios sonidos que me hablan de que todo está bien....Y al final, cuando voy a otros lugares a buscarte y te traigo, entre otras músicas,  me gusta  escuchar la lavadora centrifugando, el café saliendo de la cafetera, las tostadas saltando en la tostadora, en definitiva, la vida sonando como suena cada día...y tu respiración acompasando mis latidos.

martes, 4 de marzo de 2014

Como hacen los niños....




Me fascina el tema del talento y de la fuerza interior de cada uno.  Todos tenemos.  Ya sé que a veces cuesta reconocerlo, sobre todo cuando hemos pasado años, o toda una vida, sometidos a "lo estándar", a lo que debe ser, porque es así.

Cuando nos sometemos a lo que debe ser porque es así,  caemos en muchas renuncias. Porque hacemos lo que se supone que hay que hacer, lo que está asumido como lo bueno, como nuestro deber. y a veces es necesario hacerlo...pero olvidamos algo importante en el camino.



A veces a la gente le hago una pregunta: ¿qué te gustaba hacer cuando eras pequeño? ¿Con qué soñabas?....y ahora, ¿qué conservas de aquello?...Yo era muy bueno haciendo aviones de papel, o montando barcos de Tente, o coloreando con las Manley....lo que sea. Lo importante no es qué utilidad real tenia aquello, sino, como te sentías haciendo aquello...grande, poderoso, especial....con brillo!!.



¿Y ahora?....¿que te hace brillar? si encuentras lo que te hace brillar, brillarás. Igual te da miedo. Eso también puede pasar. No te estoy diciendo que dejes tu trabajo y tus responsabilidades y te dediques a pasar tus días pintando mandalas con pinturas de colores. Puedes empezar por rescatar tu sueño de la infancia, tu talento especial, puedes decidir qué es lo que te hace sentir especial y empezar a hacerlo. Puedes centrar tus esfuerzos en hacer aquello en lo que crees, puedes decidir incorporar lo que te apasiona de verdad a tu vida diaria....de manera que el "tengo que" vaya cediendo espacio al "quiero".

Poco a poco, pero sin miedo a brillar.



Texto del video, que pertenece a la película Coach Carter:

Nuestro mayor miedo no es que no encajemos,
nuestro mayor miedo es que tenemos una fuerza desmesurada.
Es nuestra fuerza y no nuestra oscuridad lo que más nos asusta.
Todos deberíamos brillar como hacen los niños.
Al dejar brillar nuestra propia luz, inconscientemente,
 damos permiso a otros para hacer lo mismo.





Nota mental: Este domingo,quiero ver esta peli.


     


jueves, 13 de febrero de 2014

Perdone usted que le sonría!!




Una vez un policía local fue amable conmigo. Alguna vez me lo recuerdan los niños: "mamá te acuerdas ese día que aquel policía local fue tan majo...". No ha sucedido nunca más, por eso los niños y yo conservamos aquel hito en nuestra memoria de las cosas extraordinarias.
Ya hace un par de meses que no me ponen ninguna multa, aunque el mérito es mío, lo tengo que reconocer, no me canteo ni un pelo. Aún así nunca estás a salvo del todo.Siempre hay un motivo, y si no, se busca. El tema es que no me molesta la multa en sí. Si me la tienen que poner, pues que me la pongan. Lo que si que creo que se podría mejorar es la relación multado-multador. Debería ser más cordial. Ellos están trabajando, yo estoy infringiendo alguna ley importante, sin mala intención, eso si. Pues ya que tenemos que trabajar juntos, debería ser  todo mucho más friendly. No estaría de más un buenos días con una sonrisa. Una explicación de la falta en condiciones, un diálogo bilateral, no esa especie de bronca-cara de perro que te cae por dejar el coche 5 minutos en la puerta del cole para recoger al niño. Si, ya sé que no tengo perdón de Dios, pero un poco de amabilidad, de formas, no vendría mal. Eso de que te hablen sin mirarte perdonándote la vida, te pone en una situación de ser inferior, sin derecho a vivir, ni a hablar, ni mucho menos a preguntar...por dios, por dios....hasta me pienso lo de respirar en su presencia.
Tiene que ser duro para ellos estar todo el día con esa cara hasta el suelo, con esa gravedad, con ese gesto contenido que llega a desagradable la mayoría de las veces. Yo preferiría un poco de amabilidad. O simplemente de humanidad. El panadero vende pan, el profe enseña, el poli multa....bueno, es su trabajo. Y el trabajo hecho con una sonrisa nos hace inmensamente más felices.
Creo que les vendría muy bien aprender a multar con amabilidad, como cuando yo tengo que decirle a un cliente que no es posible darle la solución que le gustaría. Se lo tengo que decir y sé que no le va a gustar, pero no pierdo la sonrisa, intento que lo entienda, se lo explico, me pongo en su lugar y procuro ofrecerle alternativas. Les escucho todo lo que haga falta, porque sus razones son importantes....y algunas veces hay que decir no. Eso es la asertividad, relacionarte con los demás entendiéndoles, sin que eso suponga renunciar a tus creencias, o a tu postura o a tu verdad.
Parece que decir que sí es ser bueno y amable, y decir que no es ser borde y egoísta. Es como una verdad universal.
Una de las veces que me multaron le sonreí al policía, suelo sonreír, pero esta vez él se dio cuenta y me preguntó: ¿tiene algún problema?....en ese caso me di cuenta de que la respuesta debía ser : No, ninguno, dicho con cierta seriedad y tono reverente. Es una pena, no se dejan querer, pensé....fomentan la bordería. Claro, luego, si dejo que eso me afecte, voy yo y me comporto como una borde con el primero que me encuentro. La mala leche es muy contagiosa. Afortunadamente me niego a que el comportamiento de los demás condicione el mío.
Así que, mientras ellos reparten multas, yo seguiré repartiendo sonrisas.....aún a riesgo de que lo consideren una falta de respeto a la autoridad. Siempre viviendo al límite. Cualquier día  un policía me multa con una sonrisa, y entonces, si, ese día sí, la pago en efectivo, allí mismo.

domingo, 2 de febrero de 2014

Mi visión


A veces suceden cosas mágicas, y siempre suceden por algo.
Desde hace muchos años estoy trabajando con personas, como responsable de su rendimiento, y lo más importante para mi, como responsable de su desarrollo. Y no recuerdo en que momento, o a raíz de qué adquirí el concepto que tengo de qué significa desarrollar personas....Lo que si que he tenido claro siempre han sido una serie de ideas que me han guiado y me han ayudado a trabajar con la gente y conmigo misma, por ejemplo:

- Todos tenemos talento, todos aportamos algo único y especial
- Si confías en el potencial de alguien....se multiplica su potencial. Hay que confiar.
- Si tienes una visión ya tienes mucho recorrido. La visión te impulsa a la acción.
- Hay que ayudar a la gente a encontrar su visión.
- Cuando alguien descubre su visión sucede algo mágico. Es como si tuviera superpoderes.
- De todo se aprende algo, sobre todo de lo que nos hace daño, nos molesta o nos descoloca.
- La actitud con la que se enfrentan las cosas se puede elegir.
- El instinto, la intuición....¡qué importantes!...hay que aprender a escucharlos....no son voces del más allá.....eres tú, que sabes lo que quieres hacer.
- No te compares con nadie, sólo contigo mismo.
- Dar ejemplo es la manera de transmitir tu visión.


Y con estas ideas revoloteando por mi cabeza y asentándose firmemente, porque en realidad funcionan, llego a IKEA, dónde he tenido una experiencia profesional maravillosa y muy, muy enriquecedora, y me encuentro con eso del coaching. Allí me dan la oportunidad de formar parte de un proyecto apasionante, porque alguien cree en mi. Y ahí empieza todo. Es como un flechazo. Y siento que estoy en mi sitio. Veo que lo que yo creo,  mis valores, encajan al milímetro con todo eso que estoy conociendo. Cuando eso sucede, es cuando se produce la magia.

Cuando conocí el coaching, me di cuenta de que yo era ya coach...asilvestrada, sin el método y los conocimientos teóricos, pero coach.  En IKEA comencé a darle forma y a ordenar todo ese equipaje que yo llevaba en mi mochila, y encontré muchas más cosas que meter en él. También me deshice de algunas que ya no me servían para nada, sólo para hacer más pesado el equipaje.
Cuando te permiten y te animan a desarrollar tus habilidades y tu pasión das el 100%. Mi experiencia en IKEA fue esta...y fue fundamental para mí, porque el impacto que tuvo en mi vida personal también resultó definitivo.

Ahora estoy en otra gran empresa, trabajando con un equipo que me reta cada día a ser mejor porque ellos quieren ser mejores cada día. Y tengo la suerte de que aquí también nuestra gente es lo más importante. Mi equipo es el mejor que se puede tener. Creo firmemente en ello y además lo demuestran, por eso, me sigue apasionando mi trabajo....porque tengo que influir en el negocio influyendo en las personas, para que cada una de ellas sea su mejor versión....para que disfruten su experiencia en esta gran familia que formamos y para que cada uno vaya descubriendo sus sueños y desarrolle sus talentos.
Soy consciente de que trabajar en un entorno así, como el que se respira en Apple, es un privilegio, y eso sucede cuando estás en un sitio cuyo primer eslogan publicitario fué Think different ....y si además el creador de todo esto dice cosas así......
"Ten el coraje de seguir tu corazón y tu intuición...ellos ya saben lo que quieres hacer"

.......y ves que son el motor que genera cosas tan grandes....entonces sabes que estás dónde quieres estar.


Y todo esto venía por este video que he descubierto que muestra muy bien en qué consiste un proceso de cambio, descubrimiento o adaptación....que son procesos que se trabajan en coaching, para ayudar a las personas a encontrar su visión, conectar con sus valores, ver la realidad desde otros puntos de vista, encontrar caminos, descubrir su fuerza y con todo eso....ser lo que uno quiere ser.