(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Ciudadana ejemplar


Siempre he tenido un gran sentimiento de responsabilidad ciudadana. Ya he hablado de esto en algunas ocasiones. Por eso siempre he delinquido sin miramientos, cometiendo barbaridades e infracciones sin mirar el precio. Por mi ciudad lo que sea. Yo soy así de generosa. Y además es que lo he hecho sin esperar nada a cambio. Y las cosas bien hechas siempre dan sus frutos; El tranvía ya circula por "tol centro". Lo miro pasar con orgullo, y con humildad, apesar de que solamente yo sé cuán importante ha sido mi contribución a este proyecto. Aunque tengo que reconocer que a  veces la vanidad se apodera de mí, sólo unos instantes, y me imagino mi foto en todas las mamparas de las paradas del tranvía con un eslogan sencillo del tipo. "Maite, gracias a tí, Zaragoza es más", o "Gracias, Maite, contigo, Zaragoza creze +"...este último es más moderno, quizás para el tranvía sería el ideal...pero estos pensamientos se desvanecen rápidamente. Una es humilde de por sí. Veo pasar el tranvía tan silencioso, tan ecológico, tan preciosísimo y todavía me entran más ganas de aparcar dónde no debo. Y eso es lo que me motiva a seguir adelante. Todavía queda mucho tranvía por construir, la mitad de la ciudad sigue levantada, y todo eso hay que pagarlo...¡ningún problema!, para eso estoy yo aquí.
Hoy he vuelto a contribuir como hago periódicamente. El agente me ha informado muy amablemente de que estaba estacionada en un sitio dónde no estaba permitido y que claro, eso era una infracción administrativa y que me tenía que sancionar. Yo le he contestado que sabía que estaba mal estacionada y le he informado de que hacía lo mismo todos los días laborables durante cinco minutos para recoger a los niños del cole. Pero nada, él sólo me ha multado por hoy, creo que lo otro no ha querido ni escucharlo, ha mirado para abajo y me ha parecido que resoplaba un poquillo. Más pistas no he podido darle. Si ha prestado atención ya sabe que todos los días a la misma hora y en el mismo sitio me encontrará dispuesta a contribuir al pago de nuestras obras. Me parece que mi compromiso con mi ciudad está demostrado. Sin ánimo de chulearme, cualquier día me ponen una calle. A mí me parece que quedaría muy bien ¿no?...y además....¡que me lo estoy currando!.


ps: gracias Marocha por el "creativo" de la placa.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Cuerpo de sopa


Calcetines de los gordos, mulliditos. Son lo más importante en estos casos. Eso, y una buena sopa. Mejor si es de letras o de bolitas. Las de fideos son más formales.
Alguna vez me sucede que se me pone cuerpo de sopa y entonces cuando llego a casa procuro dejar en el rellano de la escalera todo lo que me molesta y cierro la puerta con dos vueltas. Preparo una sopa que huele a "todo está bién", la pongo en un tazón grande, azul y el calor de los cinco minutos que ha estado en ebullición y que ha inundado toda la casa, deshace todos los icebergs que tengo por dentro. Es como cuando te sientas en una piedra caliente o como cuando el sol te da en la cara un mediodía de invierno. Cada bolita es un motivo, una razón o un recuerdo. Un tazón de sopa tiene muchísimas bolitas, creo que ese es el secreto. Y aporta paz, calma y confianza a partes iguales, lo que facilita tremendamente el sueño y las ganas de que un edredón nórdico te atrape y no te suelte en toda la noche.
A veces, algunas personas son como un buen tazón de sopa. Esto lo he descubierto hoy y me ha sentado tan bién como la sopa de ayer.