(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

domingo, 5 de junio de 2011

¡Como se entere Iker Jiménez! (el de Cuarto Milenio)


Hoy era día de montaña, aire libre, palizón de los que te deja nueva. Pero resulta que la Agencia estatal de metereología (además de mi teléfono), había dado para hoy alerta por tormentas en el Pirineo, así que nos hemos quedado en casa. Después de dos semanas de trabajo agotadoras y de un esguince mal curado, casi lo he agradecido.
El plan B era feria del libro y vermú por el casco viejo, pero los acontecimientos de los últimos días pesaban demasiado. Nos quedamos en casa. Dia de descanso. Dia de "que se pare el mundo", día de "no quiero saber nada del mundo exterior" o de "lo único que me importa es mi sofá y la mantita de las siestas". Y con estos pensamientos me preparaba un café a las once de la mañana con todo el día por delante para mí, para no hacer nada....pero no sé lo que me ha pasado, porque algo me ha pasado. Conforme me tomaba el café con leche y los cereales Special K me han empezado a entrar unas ganas enormes de recoger las cosas de la cocina, de tender la lavadora que acababa de terminar de pasar el aspirador, de fregar el suelo, de bajar algunas cosas al trastero, de descolgar las cortinas del salon, meterlas en la lavadora y volver a colgarlas, todas limpitas oliendo a suavizante de colonia Nenuco.....no sé que me ha pasado, pero hasta he quitado el arbol de navidad....si, todavía lo tenía puesto, me recuerda al Pirineo, es un tema sentimental.
El caso es que me han dado las cuatro de la tarde, sin parar, sin comer, y casi me pongo a planchar...¡no! hasta aquí, me he dicho, no me reconozco. Esto no me había pasado nunca, estas ansias por tener todo tan requete ordenado. Igual me sentó mal la ensaladilla rusa de la cena del viernes. Igual es una reacción alérgica a algo que he bebido, al pacharán, que hacía mucho que no tomaba...no sé. Es muy raro.  Me lo voy a controlar estos días a ver cómo evoluciona porque me está empezando a preocupar. Ahora mismo, sin ir más lejos, lo que me pide el cuerpo es ponerme a doblar ropa y a colgar cada cosa en su armario....uff!, no somos nada.

2 comentarios:

  1. A mi eso sólo me ha pasado eso en las 7 ocasiones en las que me he quedado embarazada.
    ¿Tranquilizador? jajajaja!!!

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  2. Es verdad, es lo que llaman el "síndrome del nido"...ya se me ha pasado por la cabeza, ya. Me quedo mucho más tranquila, dónde va a parar. Las amigas son para esto.

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