Una de las mayores alegrías que podría darle a mi hijo pequeño sería decirle: "Hoy cuando salgas del cole nos vamos a china."
Tiene cuatro años, casi cinco y desde hace un tiempo (uno o dos años) su ilusión es ir a China.
Si nos vamos de viaje a algún sitio nos dice ¿Y cuando vamos a China?. Si les explicamos que el sitio al que vamos está a dos horas, por ejemplo, él nos pregunta ¿Y China?
El Sábado por la mañana se despierta y nos pregunta ¿Hoy hay cole? .No, hoy es fiesta, le digo. ¡Bién!, jalea él, ¿Podemos ir a China?.
Cuando entramos a comprar algo a una tienda de los chinos los mira como si fueran seres de un lugar fantástico, como pensando ¿qué harán estos aquí pudiendo estar en China?.
Anoche le estaba poniendo el pijama y me dijo ¿En China también van a cenar ahora? y le contesté No , allí están durmiendo hace mucho, dentro de poco se despertarán ,y con su lógica aplastante me dijo Ah!, entonces en China hoy ya es mañana.
Tanto preguntar por China me tenía intrigada y ya hace tiempo le pregunté que por qué quería ir a China con lo lejos que estaba y el me contestó como quién explica una verdad universal:
Es que allí hay muchiiiisima plastilina. ¿...?
Uf... ¡Qué desconcertante! Nunca me acostumbraré a las sorpresas que puede ofrecer la mente de un niño...
ResponderEliminarNo sé, chica... Cómprale un par de kilos de plastilina. Más barato que un viaje a China sí te saldrá, al menos...
Enrique, si es que plastilina ya tiene, pero vete a saber la imagen que tiene él en su cabecita...se debe pensar que aquello es el paraiso de la plastilina.
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ResponderEliminarPerdón, he eliminado la entrada porque me ha salido una cosa muy rara. La repito:
ResponderEliminarPues nada, en ese caso me temo que os tocará rascaros el bolsillo. Porque un viaje a China tiene que ser precioso y emocionantísimo, pero mazo de caro.
Claro que lo que no hagan unos padres por sus hijos...
Jesús... ¿Y si le montamos al mocete una recreación ambientada en los tiempos de Gengis Khan, con samuráis y todo eso?
Jeje, eso también le gusta, pero está claro que tiene fascinación por los chinos.
ResponderEliminarIgual lo mejor es ir al restaurante chino de la calle de al lado y decirle que eso es un trocito de China a ver que le parece.
Je... Me acuerdo e una canción de Emilio Aragon cuando aún era Milikito que decía:
ResponderEliminar"Me gustan los chinos
Gracioso, amarillos, pequeñiiitos"
Y yo de otra de Miliki que decía:
ResponderEliminar"Cuando te digo, china,china, china del alma tu me respondes, chinito de amol" (Chinita tú, chinito yo). Esa le encanta al peque.
Hola Maite.
ResponderEliminarNo se si será coincidencia, parte del desarrollo infantil, o que ahí debe de haber mucha plastilina (esta tarde se lo preguntaré).Pero mi hijo de 6 años, desde que recuerdo, tambien tiene fascinación por China y todo lo que le rodea. De hecho, no hace mucho tiempo, fuimos a un restaurante chino, y se empeñó en comer con palillos. Después de frustarse varias veces,(le pareció bastante facil en Kung-Fu panda) los utilizó como tenedor, para pinchar los trocitos de carne... y en casa, todavia lo sigue haciendo. Un buen metodo para que se acabe la cena.
Un saludo.
Algún misterio tiene que haber churricos, porque lo de los palillos también es algo que fascina a los mios, a los dos. Igual vamos a tener que llevarlos a China ¿No?, ¿O puede que sea suficiente con llevarlos a Port Aventura a ver si cuela?. Otro saludo.
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