(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

viernes, 15 de mayo de 2009

¡Otro negocio que cierra!


Los clientes somos cada vez más exigentes y miramos muy bién dónde gastamos el dinerito, que ahora hay que cuidar esto mucho.
También las empresas cuidan mucho sus cuentas de resultados. Se revisan al milímetro los gastos para recortar de dónde se pueda. El error a la hora de recortar es tocar todo lo que signifique calidad de servicio. El cliente va a notar cualquier "paso atrás" y va a buscar los lugares que en tiempo de crisis pueden mantener el nivel de calidad.
Los que apuestan fuerte en servicios, manteniendo precios,ahora más que nunca, marcan la diferencia.
Mi peluquería cerró hace un par de meses. Yo llevaba unas semanas llamando para hacerme las mechas y no había manera de contactar con ellos, hasta que una tarde pasé por la puerta y ví que habían pasado a mejor vida. La peluquería era espectacular,un poco cara. El local de alado era otra peluquería y apunté el número.
El día que me venía bién a mí, ellas estaban hasta arriba de trabajo, pero apesar de no ser clienta habitual me hicieron hueco.
Se me ha ocurrido llevarme el portatil, un notebook, a la pelu, para ir escribiendo algo en word los ratos de espera y mi sorpresa ha sido mayúscula cuando he visto que tenían wiifi.
Ya no cambio de peluquería. He visto las tarifas, es más barata que la otra, son encantadores y mientras estoy con el pelo lleno de papelitos de plata estoy aquí metiendo entradas en el blog o comentando los habituales. También me han ofrecido un café, pero no quiero abusar que es el primer día.
Cuando me llamen para lavarme el pelo me va a fastidiar, con lo bién que estoy yo aqui navegando.
Esto es un servicio.

3 comentarios:

  1. Eso es estupendo.
    Pero lo que yo hago en mis esperas de peluquerias,( tengo tres, según ocasiones ).
    Mis intenciones son buenas, siempre llevo un libro, pero termino hablando con todo el personal de la pelu y especialmente con la chica que me atiende. De esa forma, el libro siempre regresa a casa con el separador por la misma pagina.

    Besos

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  2. Hombre!, es que así ya no me da pereza ir a la peluquería.

    Lo de sacar el libro a pasear de casa a la pelu y de la pelu a casa lo he hecho yo toda la vida de Dios, Isis. Terminaba charlando, como tú, o con un Hola en las manos.Pero desde hoy las cosas han cambiado. Me han visto como loca con el portatil y pensaban que estaba trabajando, así que me han dejado a lo mío. jeje, y me decían ¡qué pobre hasta en la peluquería trabajando" y a mi me daba corte decir que no era trabajo, que es que soy una dicta a la "blogeina"(copy right JM Ridao).
    Un beso, Isis.

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