(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

sábado, 23 de mayo de 2009

Fiebre del sábado


Sábado 23 de Mayo.

6:55 AM: Suena la alarma del móvil. Pulso reactivar y me quedo profundamente dormida.

7:05 AM: Suena la alarma del móvil. Pulso reactivar y me vuelvo a quedar fritísima.

7:15 AM: Suena la alarma del móvil, ahora mismo me levanto, pero pulso reactivar porque no me fío de mí.

7:25: Suena la alarma del móvil, uff!, hoy me va a tocar correr. Pulso reactivar, por si acaso y a los cinco segundos me da un arrebato de energía que aprovecho para levantarme y meterme en la ducha.

7:35: Suena la alarma del móvil. No puedo apagarla porque me estoy aclarando el pelo. Se despiertan todos en casa con la escandalera.

Voy con el tiempo justo, pero hay que desayunar que la mañana es muy larga. Mientras me tomo los cereales el portátil me mira con ojos golosetes, me guiña un ojo...no puedo, lo siento, le digo, voy ya con prisa, entro a las ocho y media. Pero sin saber cómo, sin ser dueña de mi, Windows se está abriendo y el navegador buscando red...

8:10: Los habituales han metido sus entradas, repaso los comentarios, hay tantas cosas que ver en los blogs...pero no puedo llamar al trabajo y decir que tengo cosas más importantes que hacer.

Me tengo que ir.

8:35: Llego al trabajo. Trabajo.

17:00:Salgo. Hoy salgo antes. Salgo agotada. Esta noche cena en casa de mi hermana. Hay que estar allí a las ocho, que vamos con niños. Hay que arreglarse un poquito y arreglar a los niños...

Pero no te preocupes, que sabes que siempre hay un ratito para tí, blog de mis entretelas. Y a la vuelta, con nocturnidad y alevosía, nos volveremos a encontrar.

2 comentarios:

  1. Hola Maite.

    Yo no entiendo como sacamos tiempo para tantas cosas, pero somos princesas en ese menester.
    Si vieras mi vida...sobre todo al mediodía.
    Mi jornada de trabajo empieza a las 15 horas.

    Un beso.

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  2. Yo tampoco lo entiendo Isis. Si lo pensáramos antes de hacerlo seguro que nos parecería imposible llegar a todo...pero llegamos.
    Ánimo con esos mediodías. Y pase lo que pase, que siempre tengamos ese momento para nuestras cositas ¿no?.
    Un abrazo.

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