(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

martes, 3 de agosto de 2010

Cosillas que me pasan cuando me enamoro


Puedo contar con los dedos de una mano las veces que me he enamorado, y me sobran dedos. No soy muy enamoradiza, en cantidad, quiero decir. En intensidad sí, y eso es agotador. Con 17 años una lo aguanta todo, pero a mis 38 bastante tengo yo con ser modelo, que decía una amiga mía, como para andar de sobresalto en sobresalto.

No me consuela pensar que son cosas que le pasan a todo el mundo y que para esto no hay edad y bla, bla..., es más, me irrita bastante escuchar esas chorradas, que por supuesto a mí no me pasan.

Casualmente, algunas veces, paso por una tienda dónde pone "Panadería Fulanito" (entiendase Fulanito= causante de mis desvelos), y suspiro como una imbécil y pienso que ahí tienen que hacer el mejor pan del universo....¡Qué cosa más simple!. O como hace dos días que leo un titular en el Diario de Navarra que dice "Fulanito de tal ficha por dos temporadas en no se qué equipo" (vuélvase a entender otra vez Fulanito como en el caso anterior), y pienso "Pedazo de fichaje, este tiene que ser un tío como Dios manda, con personalidad"....y así unas cuantas veces con nombres de sitios, de cantantes, de lo que sea....menos mal que no es un nombre demasiado común.


Otras veces, también casualmente, me sorprendo escuchando atentamente la letra de alguna canción, que hace unos meses no hubiera soportado y en cambio ahora, no sólo la escucho, sino que me la sé, e incluso la canto....y en algunos casos, he de confesar que hasta me las bajo para escucharlas varias veces seguidas...., si es que esa letra está hablando de lo que me pasa a mí, está clarísimo.


Y también me pasa en ocasiones, mismamente ayer paseando por la playa de Zarautz, que me pierdo del mundo exterior. Desaparezco. Ayer escuché una voz que me decía "Maite,¡vuelve!... ¡Maite!..." Pero yo ya estaba a kilómetros de allí, perdida en el horizonte, con él, por supuesto y con cara de gilipollas, claro". Como mis amigas ya saben lo que me pasa y hay confianza, me dejan que las ignore temporalmente...

De momento no me ha dado por poner Fulanito dentro de un corazón en el tronco de un árbol, a estas alturas, creo que eso está superado, ni voy dibujando sus iniciales por los ascensores o las puertas de los baños, ni...¡Ay, Dios, que en lo del password si que he caído!. Mañana lo cambio.

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