(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

jueves, 5 de marzo de 2009

Vida en la tortuguera


Una tortuga no es la mascota más divertida que se puede tener. En casa de mis padres, con cuatro crios, siempre había alguno que quería un bicho y hemos tenido unos cuantos: patos, hamsters, periquitos, conejillos de indias y por supuesto perros. Dos.

Además antes no habia infancia si no criabas gusanos de seda, así que también hemos tenido esas asquerosillas cajas de cartón y nos ha tocado ir a por morera. Galápagos también tuvimos dos, pero no recuerdo nada que me impactara de mi convivencia con ellos, aparte de que a la vuelta de unas vacaciones los fui a buscar a casa de mi vecina Celita, que hacía de canguro, y me dijo que se habían muerto. Pues vale, a otra cosa, mariposa...Luego siempre he pensado que me los tiraron a la basura porque estaban invernando y pensaron que se habian quedado secos.

Desde hace poco más de un año estoy empezando de nuevo el ciclo de los animalitos. Hemos empezado por la tortuga que no hay que sacarla a hacer pis. Esa es la ventaja. Al crio le hizo mucha ilusión. Las pidió por su cumpleaños. Juana sigue con nosotros, pero la otra, que no tenia muy buén aspecto, ni comia gambas microscópicas ni nada, "se escapó". Juana vivía en una tortuguera redondita con la palmera enmedio, la típica. Un día nos dimos cuenta de que el caparazón ya no le cabía en un puentecito que tenía junto a la palmera, se quedaba varada como una ballena. Ya llevaba un año en casa. El regalo de cumple del crio este año ha sido una supertortuguera. Yo cuando la ví pensé que era un acuario y que nuestra tortuga se iba a ahogar allí con tanta agua, pero ahora Juana es feliz. Nada que da gusto. Si hubiera sabido yo de pequeña que las tortugas nadaban así otra suerte hubieran tenido mis galápagos. Me los habría llevado todas las tardes a la piscina y habrian tenido una vida mucho más emocionante...

Nadie da conversación a las tortugas. Nadie cuenta con ellas para hacer cosas divertidas...Yo creo que las tortugas al final se mueren de aburrimiento...

3 comentarios:

  1. Me encantan las tortugas, me gusta mucho, es demasiado lento son dulces, me gusta en especial los de la tierra ...
    Un gran beso.

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  2. Yo soy un gran cuidador de tortugas, de hecho estoy pensando en dar el salto al terreno profesional, comparto la opinión de que una tortuguera grande hace que la tortuga se sienta más feliz que una lombriz.

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