(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

martes, 3 de marzo de 2009

Evidencias alarmantes


El paso del tiempo y su efecto es algo tan intangible, pero a la vez tan irremediable, que normalmente vivimos de espaldas a ello. Por nosotros parece que no pasa el tiempo y nos sentimos como siempre. La juventud es un estado mental y todo eso que solemos decir para esquivar lo que todo el mundo sabe: estamos haciéndonos "mayores".

Pero...¿cuando atravesamos esa frontera?¿cuádo dejo de ser un crio o un joven para convertirme en "ese señor" o "esa señora"?. Basta con prestar atención a nuestro alrededor porque hay algunas evidencias que no dejan lugar a duda:

Te estás mirando el peinadito en el espejo del retrovisor y descubres una cana. Hay gente que empieza con esto muy pronto; No es grave.

Te estás mirando el peinadito en el espejo del retrovisor y piensas:"si por lo menos tuviera canas tendría algo de pelo"; tampoco es gravísimo, te estás quedando calvo.

Has terminado de comer y sientes unas ganas incontenibles de comer algo dulce, como le pasaba a tu abuelo y a tu padre ¿te acuerdas?. Tú puedes negar la evidencia, pero esto no lo hacias antes ¿eh?.

Un buen día, y sin ninguna malicia, alguién nos suelta eso de :"Pues para la edad que tienes, estás muy bién". Esto hay que encajarlo como se pueda.

Momento crítico dónde los haya es ese en el que un chavalillo, así como tú, se te acerca y te pregunta "por favor señor, ¿me puede decir que hora es?"...no puede haberme dicho eso a mi- piensas- pero si somos prácticamente de la misma edad...¿no?...

También es muy significativo cuando estamos viendo fotos de hace cinco o diez años y alguno de los presentes suelta: ¡que guapa estabas...!, o peor aún cuando no son capaces de reconocerte y finalmente dicen "¿esa eras tú?", y tú piensas "pues si estoy igual".

Pero lo que te hace tomar conciencia de la verdadera situación son los hijos, concretamente en dos situaciones muy claras; Una cuando les echas broncas del tipo: "Id inmediatamente a recoger los pijamas del suelo y ponedlos en su sitio que teneis manitas y yo no soy la exclava de nadie , Ah! y poneos las zapatillas que os vais a enfriar", o del tipo "Estais todo el día pidiendo, a ver si os creeis que soy el banco de España", y por supuesto la recurrente "Ni jolin, ni jolán..." reproduciendo textualmente las frases míticas de tu madre; y otra cuando te pones con ellos a ver esas series modernas de dibujos animados y no eres capaz de entender nada...-oye, entonces ese de la espada laser y los tentáculos ¿es bueno o malo?-, primero era malo, pero luego evolucionó y una mutación le transformó en un ser del señor de la luz y ahora vive en las tierras de pueblo de los defensores de la esperanza, que te lo cuento todas las tardes, explica el crio lleno de paciencia...Con lo fáciles que eran los nuestros: Marco, Heidi, los Mosqueperros.

Si has vivido varias de estas situaciones, tengo dos noticias, una buena y otra mala. La mala es que te estás haciendo mayor. La buena es que te estás haciendo mayor y que la alternativa es mucho peor. Así que ,hay que hacerse mayor.No hay alternativa.


(reflexiones inspiradas en una conversación con mis compañeros de trabajo a la hora de comer)

No hay comentarios:

Publicar un comentario