(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

domingo, 22 de marzo de 2009

El librero


Una de las mayores broncas que me he llevado en muchos años ha sido la que me hechó "mi librero" el verano pasado.

Es un personaje peculiar, que con su humor inteligente y sus gafas de ratón de biblioteca me hace sentir cómoda en su tienda. Parece mentira que en lugar tan pequeño quepan tantos títulos. A mí me resulta dificil salir de allí sin algún libro...y eso que cuando entro llevo la intención de coger sólo El Diario de Navarra, y como mucho el Heraldo de Aragón, si le queda.

Hoy, nada más vernos entrar se ha disculpado con nosotros: -Ya no me queda ningún Heraldo..., Le hemos quitado importancia: -Nos llevaremos el Diario y ya está...Y hemos salido de allí con un libro de Pérez Reverte, con los Cuentos de Chéjov y con el Diario, claro.

El verano pasado nos puso de vuelta y media cuando inocentemente le contamos que alguna mañana cogíamos el diario en la panaderia de enfrente de casa. Le pareció fatal. Nos habló de competencia desleal, de intrusismo. Él no vendía barras de pan en su libreria, ¡y podría hacerlo si quisiera!...

La verdad es que nos cae tan bién y nos dió una charla tan convincente que le prometimos allí mismo no volver a comprar el periódico en la panadería.

Desde entonces, las cosas claras, y el chocolate espeso.

Los croisants y el pan, en López y la prensa y los libros en Irrintzi....que esto es como un pueblo y si alguién nos ve salir de la panadería con el Diario de Navarra y se lo casca al librero igual tenemos un disgusto.

1 comentario:

  1. jajaajaj osea que se puso celosillo...al final tiene su punto de razón.Yo cuando me acostumbro a algun sitio y allí me tratan bien,me puedo recorrer la ciudad solo para tomarme un café. Soy leal, que le voy a hacer

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