(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

miércoles, 18 de marzo de 2009

Real preocupación


-Cásate conmigo, me muero por tí, le dijo a la princesa el primer príncipe.
- No, lo siento, necesito a alguien vivo a mi lado.


-Cásate conmigo, desde que te vi por primera vez ni como ni duermo, le dijo el segundo príncipe.
-No, lo siento, a mi me gusta la buena mesa, y adoro la siesta.

-Cásate conmigo, te bajaré la luna y las estrellas si las quieres, le dijo el tercer príncipe.
-No, lo siento, no las quiero, no les veo ninguna utilidad, están mejor donde están.

-Cásate conmigo, eres tan bella que por muy lejos que me lleve la guerra, siempre te recordaré, le dijo el cuarto príncipe.
-No, lo siento, vete a la guerra tranquilo, aspiro a ser algo más que un bello recuerdo.

-Cásate conmigo, tus ojos son la luz de mi vida, le dijo el último principe.
- No, lo siento, lo que tú necesitas no es una mujer, es un faro.


El Rey se desesperaba con la princesa.

-Pero hija, te han pretendido los principes más valientes y apuestos de todos los reinos vecinos.¿qué voy a hacer contigo?...

- pero papá, ¿para qué me quieres casar con uno de esos lunáticos?

-Para que te hagan feliz.

-Nadie me tiene que hacer feliz. Ya soy feliz. ¿Crees que voy a serlo más con un marido ausente, con uno que me prometa imposibles o con uno que se alimente de poesía?.

- Hija, ¡qué cosas tan complicadas piensas! ¡las muchachitas de tu edad no deberían pensar tanto!

Y el rey se fué del dormitorio de su hija pensando que hubiera sido mucho más fácil criar a un varón.

2 comentarios:

  1. ¿Y qué tal, simplemente...

    "cásate conmigo... porque te amo"?

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  2. Seguramente le hubiera dicho que sí...pero ninguno preguntó eso.

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