Siempre que he visto anuncios de productos milagrosos para eliminar este gran problema me he preguntado ¿Y por qué hay que eliminarlo?¿Que hay de malo en tener cien mil millones de pecas?
A mí hasta ahora nunca me ha pasado nada...no me he sentido desgraciada, ni rarita, ni ninguna cosa mala...lo único que me pasa es que soy pecosa. Y si hubiera una crema que con una sola aplicación dejara la piel blanca inmaculada la haría desaparecer no fuera que la usara por accidente y perdiera alguna de mis pecas.
Aquí una muestra. Un zoom de mi brazo...
Tengo que tener un cuidado extremo con el sol, eso sí, pero en cuanto empieza el buen tiempo parece que las pecas lo huelen y despiertan del letargo invernal.
Cuando era pequeña me llamaban Pipi Calzaslargas, pero a mí me encantaba.
Ahora trabajo en una empresa Sueca, como Pipi. Era mi destino.
Alguna vez, en momentos de aburrimiento insostenible me he puesto a contar pecas, como quién cuenta ovejitas, pero siempre me pierdo. Es dificilísimo controlar las que ya has contado y las que no...como no van alineadas ni nada.
Otra ventaja de las pecas es que te dan un aspecto angelical, de no haber roto nunca un plato, así que entre eso y "hacerme la sueca", soy como un angelito.
Pues para completar tu periplo sueco ya sólo te queda leer a Stieg Lsrsson, pero antes de que caigas en la tentación te recomiendo encarecidamente que dediques tu tiempo a tareas más productivas y gratificantes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y dale, este José Miguel, no para de hacer promociones de libros suecos.
ResponderEliminarMaite, ni caso.
Sobre tu entrada, siempre me han gustado las personas con pecas. Son un síntoma de distinción y elegancia.
Pero claro, como dices, el sol ataca.
Un abrazo.
Jose Miguel, de momento no me tienta Larsson, ya tengo bastantes asuntos suecos en mi vida, un día de estos me van a dar la nacionalidad. Ya te encargaste tú de quitarme las ganas de leerlo en su día, ahora estoy con Chejov que es...muy ruso.
ResponderEliminarUn beso sueco.(como dirias tú)
Javier, mi padre siempre me decía mujer pecosa, mujer hermosa. Si le añadimos lo tuyo resulta que ser pecosa es una suerte.
Gracias, javier.
Un beso pecoso. ...(como diria J.M.)
pues chica, no te conozco, pero me pareces bien majica con tus pecas y todo jejejeje. No te preocupes, que las "pecosas" teneis un puntito bien interesante. un abrazote
ResponderEliminarMis pecas son navarricas, como tú, y tienen hasta fueros propios...jaja.
ResponderEliminarUn beso Javichu.