(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

domingo, 4 de abril de 2010

Piedras


De un tiempo a esta parte me he empeñado en tenerlo todo planeado. Me he preocupado de organizar las cosas y tomar la dirección que quería tomar y cuando parecía que las cosas empezaban a estar tranquilas y cogía velocidad de crucero, la vida, el destino, o lo que sea me hace la burla y me planta en el centro de la Plaza de España de mi cabecita un monumento megalítico...si, creo que es lo más parecido.


Construyo una rotonda, justo ahí en el centro de mis pensamientos, y cada razonamiento tiene que pasar por fuerza por la rotonda. Con lo contenta que estaba yo ahora que ya tenía autovía, de tres carriles en cada sentido y con un trazado estupendo.



He intentado hacer como que no lo veo, quiero decir el monumento megalítico. He intentado seguir con todo como si nada, y nada. Y pongo las cosas en una balanza, y no llego a ninguna conclusión lógica. No tengo argumentos, no hay explicación empírica, aunque le dé veinte vueltas, no hay planteamiento, nudo y desenlace, no hay nada lógico en todo esto, así que he decidido dejar de buscar la lógica y asumir que las cosas suceden por algo...

Nunca pensé que el arte megalítico me podría llamar la atención, demasiado rudo, y ahora miro las pedazo de piedras que no hay quién las mueva de su sitio y sé lo que significan, se leer las formas que tienen pero me parece que si me acerco demasiado igual me van a hacer daño, parecen tan ásperas. Pero no las cambio por nada....Cuando pones la palma de la mano abierta sobre una piedra, con suavidad, puedes notar el calor del solecito, pero también el frío de la noche. Hay que aprender a elegir el momento para cada cosa.

2 comentarios:

  1. MAITE:
    ¡De aquí a nada te veo habitando en un pueblecito perdido de los Montes de Aragón!
    Salu2.

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  2. Dyhego, mejor me iría, lejos del mundanal ruido.
    Besos

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