El asunto se nos va de las manos, así que he tenido que llamar al orden.
Decidí poner en práctica una política aperturista en la que todos tuvieran algo que decir, en la que cada uno pudiera desarrollar sus proyectos sin cortapisas, porque me parecía que eso podía enriquecer a todos los miembros del equipo, pero como digo, ha llegado el momento de intervenir.
Así no se puede trabajar. Las decisiones hacen bién su trabajo, con el apoyo de varios miembros del equipo, como la capacidad de análisis, o la observación.
Los cuatro "puntos cardinales" también trabajan bien:La prudencia,qué gran labor está haciendo;La fortaleza, que se está portando como un campeona; La justicia, empeñada en analizar todos los detalles y no dejar pasar nada por alto; y la templanza, que es la que más se está esforzando por mantener el equilibrio...hasta aquí todo muy bien, pero siempre tiene que haber una oveja negra en todas las familias.
Los sueños...los sueños se me han desmadrado. Han montado un frente revolucionario, se han hecho fuertes y se han querido imponer a todos los demás miembros del equipo. Les dí rienda suelta, y su naturaleza ansiosa ha hecho el resto. Vieron manga ancha y ¡ala!, ¡ancha es Castilla!, han intentado dar un golpe de estado y que todos los demás bailaran a su son. Claro, la templanza está que se sube por las paredes, igual que la prudencia. La justicia intenta que lleguen a un acuerdo como si fuera un casco azul de la ONU, y la fortaleza, que se piensa que puede con todo, allí anda la pobre luchando con las contradicciones.
He tenido que coger a los sueños en un aparte y hablar con ellos seriamente. Les he dado un feedback que no esperaban y les he puesto los puntos sobre las ies. Se lo tenían muy creido y les he dado un baño de humildad. Ahora ya saben que siguen teniendo sitio, pero que hay que jugar en equipo, que no queremos estrellitas. Su papel es muy importante, sin ellos el equipo no tira adelante, pero ellos no tienen la última palabra. Hay que tener en cuenta la opinión de todos, si no corremos el peligro de convertirnos en una república bananera.
Eres un genio.
ResponderEliminarmuaca.
Si es que les das la mano a los sueños... y se te suben a la chepa.
ResponderEliminarPero sin sueños, ¿qué haríamos?
Salu2.
Si, el de la lámpara maravillosa,jaja....pide tres deseos.
ResponderEliminarUn beso.
Dyhego, ¿sin sueños?, no se me ocurre cómo se puede vivir así.
ResponderEliminarUn beso.
Valeeee...¡pero solo porque hay niños, ehhh¡...que si noooooo...
ResponderEliminar¡Quietos y en lugar los sueños¡...hasta nueva orden.
Besossss
Maite, veo que estamos todos de acuerdo en lo de que sin sueños nada tiene sentido, pero tambien hay que pararle los pies...porque esa confianza se les puede subir a la cabeza...
ResponderEliminarUn beso
Mariángeles, porque hay niños y porque una no puede perder el oremus a estas alturas.
ResponderEliminarUn besazo.
Pues eso Isa, hay que poner un poquito de orden.
ResponderEliminarBesos.