(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

miércoles, 20 de octubre de 2010

Matriuskas



Siempre me han llamado la atención estas muñequitas que se encajan unas dentro de otras. Me gusta sacarlas, ponerlas en fila y luego volver a meter unas dentro de otras.  No puedo evitar ponerme a jugar con ellas cuando me las encuentro. Una cosa que me da muchísima rabia es descubrir que falta alguna pieza, una cabeza o un cuerpo, y me parece que la muñequita pequeña es la gran incomprendida de la familia, además del último mono.
Si yo fuera la muñeca pequeña de una familia de matriuskas me fugaría, me iría a conocer mundo. Por ejemplo me encantaría pasar una temporada en la casa de Pin y Pon, que viven a todo lujo, y por supuesto pasaría una larga temporada con una pandilla de Playmobils, que parecen buenos tipos, y en general siempre están alegres. Son como el novio que toda madre querría para su hija. Y si de aquella aventura surgiera algo más serio y formara mi propia familia con un chavalillo de Playmobil, fruto de nuestro amor, nacería un huevo Kinder seguramente, bueno, más bien una sorpresa de huevo Kinder, que es cono un huevo amarillo de plástico que dentro siempre lleva algún muñequito para montar.

8 comentarios:

  1. Creo que es mejor ser la muñeca grande porque así puedes utilizar la personalidad que merezca la persona que tienes delante.
    Salu2

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  2. Pos yo.... me gustaría "seguir" siendo la pequeña, por que quepo en todas ellas y si al final decidiera irme de picos pardos, creo que no me conformaría con un clik. Me lo montaría con un Madelman o mejor aún, le quitaría el novio a la Barbi. Ande o no ande, caballo grande.

    Chao, Maituska.

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  3. Dyhego, tú si que eres práctico...todo bajo control.
    Un beso!

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  4. Marocha, El Ken ese tiene mucha percha, permi hermano tenía unos Geypermanes de Operaciones especiales que a mí me molan más...y yo prefiero que anden, mujer.
    besoss!!

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  5. Como tú, me gusta la muñeca pequeña, suele ser "maciza".

    Saludos.

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  6. Las hay preciosas, de la altura de una persona de las que salen un sin fin de muñecas.

    Anáfora de madera, las llamo yo.

    Un abrazo de Marpín y La Rana

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  7. Sí Javier, a mí también me gusta por eso, lo único es que lo que es, es, no hay opción de sacar nada, ni de meter nada.

    Un saludo también para tí.

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  8. Marpin las de toda la vida suelen ser rojas, pero a mí me encantan las azules.

    Un beso a cada uno!

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