(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

sábado, 2 de octubre de 2010

Un momento para cada cosa


"Hay un momento para el valor y hay un momento para la prudencia" dice el profesor de Literatura de El Club de los poetas muertos. Para mí es el mensaje esencial de la película pero no lo recordaba así. La ví hace muchos años y lo que me caló entonces, igual que a los alumnos del colegio Welton, fué el famoso carpe diem.
Viéndola otra vez, después de tanto tiempo, y claro, con muchos más añitos, me doy cuenta de que hay un mensaje mucho más potente que el de "vive el momento": educar o formar a personas para que sean librepensadoras no significa sólo que se les aliente a perseguir sus sueños, a cuestionarse la realidad que viene dada o a ir contracorriente. Todo eso está muy bien pero además hay que entrenar a la gente en la resistencia a la frustración, de lo contrario lo que al final se consigue es gente mucho menos libre, exclava de sus pasiones y con cero resistencia a la adversidad.
Con el desenlace de uno de los chicos, queda demostrado que un potente motor como puede ser el idealismo, sin una alta dosis de realismo para compensar, tiene mucho peligro. O eso del anuncio de Pirelli: La potencia sin control no sirve de nada.
Tampoco recordaba este poema de E.E. Cummings que se recita en diferentes ocasiones en la peli:

"Me fui a los bosques
porque quería vivir sin prisas.
Quería vivir intensamente
y sorberle todo el jugo a la vida.
Para no descubrir,
a la hora de mi muerte,
que no había vivido."


¡Qué tres últimos versos tan bonitos!.
Pues estas son las cosas con las que me quedo de la peli, apesar de que hay mucho tópico, no está mal del todo...pero la tenía un poco mitificada. Supongo que me pasaria lo mismo si ahora viera Mazinguer Z, que en su tiempo me pareció el no va más... 

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