(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

viernes, 30 de julio de 2010

Sitios para perderse.

Zona de Piedrafita de Jaca (Valle de Tena)





Si tuviera que elegir una época del año para ir a la montaña dudaría entre dos. El otoño por los colores de las zonas de bosque y el invierno porque tengo que reconocer que me encantan los paisajes invernales, aunque todo es mucho más complicado con nieve o hielo, pero eso también tiene su encanto.

A pesar de eso, el Pirineo es espectacular en cualquier época del año. Cada vez que estoy allí tengo la sensación de vivir en una postal, y no paro de hacer fotos. Pero luego veo las fotos y no hacen justicia. Los sonidos de la montaña, y escuchar el silencio. Eso no se ve en las fotos. Ni el olor a libertad, ni la luz que hace daño a la vista por la intensidad. Siempre pienso que viviendo por allí sería más feliz que una lombriz. Pero siempre hay que volver.
Esta vez me he llevado a los peques. Hemos hecho caminatas facilitas y han disfrutado. El pequeño ha hecho de guia, todo el rato yendo de primero y buscando balizas, con el mapa en la mano, interpretandolo a su manera, muy atento a todo para que no nos perdiéramos.
En Estella estamos rodeados de montañas. Nada que ver con el Pirineo, es cierto, pero de todos modos es un lugar que aunque conozco nunca me cansa. Me sigue llamando la atención la cantidad de actividad social y cultural que hay esta ciudad que no tendrá más de 15.000 habitantes. Se respira arte y cultura por todos los rincones. También podría vivir aquí siendo más feliz que una lombriz.
La sierra de Urbasa, que queríamos subir ayer, estuvo todo el día cubierta por unos nubarrones negros que se veían desde Estella, así que "montañeamos" por los alrededores, subiendo a Zalatambor, que en su día fué un castillo construido en la zona más alta de la ciudad. Es impresionante la vista que hay desde arriba: Los cortados de la sierra, la ciudad encajonada entre montañas y los barrios alrededor de cada una de las tres parroquias principales. La misma división que ya existía en la Estella Medieval.
Los peregrinos inundan las calles, y se sorprenden, igual que me sorprendo yo, de la belleza y de la cantidad de rincones en los que perderse.

Santo Sepulcro de Estella

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