La Roja.

Esta mañana , después de una ducha rápida, y un desayuno rápido, me he vestido muy rápido para llegar al trabajo a las ocho y media. No he tardado ni cinco segundos en pensar que ropa iba a ponerme: lo primero que he pillado, una camiseta roja y el pantalón de ayer.

Cuando volvía a casa, hace un ratillo me he dado cuenta, viendo a la gente que iba en los coches o a los que esperaban para cruzar en los semáforos, que hoy hago juego con el resto del pais. Hoy España se ha vestido de rojo, y yo sin pensarlo también. Seguramente, a más gente vestida de rojo, "más mejor" jugará la selección. Tiene que haber algo de eso. Y si encima, algunos se visten con la camiseta oficial, mejor todavía y si ya llevan la equipación completa, pues victoria segura.

Javier, mi peque, ayer cumplió 6 años y le regalé la equipación, con medias y todo, con el número 9 y el nombre: TORRES, por supuesto, que le gusta porque es "muy majico" (que no mágico). A Santiago también le cayó lo mismo, así que tengo a dos Torres en casa y a estas horas ya estarán casi calentando. Esta tarde tenemos sarao futbolero-cumpleañero-familiar en la sede oficial de los Mangas (es decir, en casa de mis padres). Supongo que irán todos de rojo, claro, Si las cosas van bien, me temo que para el próximo finde, la última tanda de celebraciónes cumpleañeras- familiares del verano también será futbolera. Espero, y desde aquí hago un llamamiento a los miembros de mi familia que leen este blog, que a ninguno se le ocurra, como gracia, regalarme una camiseta de la selección española. Que yo soy muy patriota y muy de todo, pero hasta cierto punto.

Me voy a ver el fútbol. Hoy, no puede hacerse otra cosa.