Cuando ya todo está en paz,
puedo por fin cerrar los ojos
y acariciar el silencio buscado
que me arropa.
Y un día te tengo enfrente,
y se acaban el silencio y la paz;
o peor aún, no te tengo,
y ya sólo escucho mi voz
pronunciando tu nombre,
que desgasto, por dentro,
de tanto pensarlo.
.........
¡Hola Maite!
ResponderEliminarEs precioso tu poema...muy bonito.
"Pronuciando tu nombre,
que desgasto, por dentro,
de tanto pensarlo".
Me encantan esos versos.
Besos
María, muchas gracias, es un tremendo alago viniendo de una gran escritora de versos como tú.
ResponderEliminarLos tres versos que dices también son los que más me gustan a mí.
Un beso!
Esa excursión por la poesía ha dado como resultado un cesto llenos de colores y olores.
ResponderEliminarNos ha encantado.
Marpin y La Rana
Gracias chicos, el mérito es compartido con mi "fuente de inspiración".
ResponderEliminarBesos.