La falta de libertad evidente que se vive en el Pais Vasco, y que tanto me entristece, me ha entretenido parte del viaje de vuelta de Bilbao a Zaragoza. Ayer, alegrarse en público de que la selección española haya llegado a la final del mundial, era un deporte de riesgo. La mayoría se alegraba...pero en la intimidad, con los de confianza. Es un detalle que no es vital en la vida de nadie, pero ilustra perfectamente el miedo que unos pocos hacen sentir a la gran mayoría.
Y a raiz de ésto, me ha dado por pensar en la falta de libertad.
En varios de los libros con los que estoy últimamente se menciona el término resilencia. La resiliencia es la capacidad que posee un individuo frente a las adversidades, para mantenerse en pie de lucha, con dosis de perseverancia, tenacidad, actitud positiva y acciones, que permiten avanzar en contra de la corriente y superarlas .
En uno de estos libros (Coaching, de Leonardo Wolf ) se ponía el ejemplo de los prisioneros de los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial. La reflexión que hacía y que me llamó la atención fué que la clave de la supervivencia de algunos de ellos fué hacer uso de su libertad última, es decir, independientemente de las circunstancias tremendamente adversas y dramáticas que vivían, ellos decidieron cómo iban a vivir esas circunstancias o hasta que punto iban a permitir que éstas les superaran. Su elección consciente fué no dejar que eso sucediera. El tipo de persona en el que al final se convertía un prisionero era el resultado de una decisión íntima. La libertad íntima es lo único que no se puede arrebatar a alguien y es lo que muchas veces hace que se encuentre el sentido dónde parece no haberlo.
Me gustó este planteamiento porque al final responsabiliza a cada uno de sus decisiones, de sus caminos y en definitiva de su vida, por muy adversas que sean las circunstancias.
La decisión de quienes somos siempre es nuestra...sobre este tema siempre he tenido discusiones, sobre todo con algunos especialistas en encontrar a su alrededor culpables para explicar el por qué de su mala suerte.
...maite, ultimamente solo esta en mi mente eso que dices que la decisión de quienes somos siempre es nuestra..decidimos quienes queremos ser a lo largo de nuestra vida y lo tengo tan presente porque anteayer perdi a mi abuela...por eso he tenido abandonado tu blog...momentos tristes, de recuerdos, de reflexiones...creo que ella fue quien quiso ser...un beso
ResponderEliminarIsa, espero que los momentos tristes sean cada vez menos y que te quedes con los buenos recuerdos. Te mando un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarUn beso.