(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

jueves, 24 de junio de 2010

Cómo nace, crece y se reproduce una visión


Un día algo me ronda por la cabeza. Algo remoto, que no contemplo como algo factible. Hasta que lo empiezo a contemplar. ¿Que pasaría si...? Todo empieza como una hipótesis, que se convierte en una visión, un objetivo, un fin, o como se quiera llamar.



-No, ni me lo planteo, ni hablar de eso...suele ser el comienzo. Esta etapa es corta, enseguida paso a....


- ¿Y por qué no?


- ¿Me veo allí haciendo eso?
- ¿Cuales son los frenos?..los defino, no hay tales frenos. Nada insalvable más bien.


- ¿Qué me preocupa? Lo anoto. Escrito no parece tanto, leido menos. Lo tengo en cuenta.


-¿Qué me da miedo? Normalmente, nada.


- ¿Que puede pasar si lo hago?...consecuencias para mí, daños a terceros si los hay...


-¿Lo quiero hacer de verdad?...si la respuesta es sí, normalmente en este punto no hay vuelta atrás....


-¿Lo puedo hacer? ¿Tengo las capacidades? ¿Sé como hacerlo?


En el libro que ahora me quita el sueño, La montaña es mi reino, de G. Rebuffat, me encuentro con esto:


"Con frecuencia una ascensión nace como un sueño, se convierte en una exaltación, un deseo espontáneo, en ocasiones irracional. Un bello nombre, una forma, una historia, un recuerdo y ya estamos unidos a esa cumbre. (...)También hay que calcularlo, encontrar una relación entre el objetivo-cima y el itinerario previsto, averiguar las condiciones de la roca y el hielo según la temporada, su altitud y orientación, el descenso más o menos difícil, y en especial la cantidad total de esfuerzo necesario y los medios con los que cuenta el alpinista: su técnica, resistencia moral y física, conocimiento de la alta montaña y su metereología, experiencia, sangre fría...La decisión se toma tras valorar el objetivo y esos medios disponibles. A lo largo de una ascensión el alpinista se verá aún más obligado a evaluar nuevos elementos: su grado de fatiga y el de sus camaradas, la hora y el posible retraso, la transformación de la nieve bajo la acción del sol y del viento, la evolución de las nubes...Renunciar cuando la cumbre se encuentra cerca exige a menudo más valor que continuar; en cambio algunas veces la única solución es alcanzar la cima para descender por la otra vertiente, más resguardada y que permitirá una bajada menos larga y de inferior dificultad..."


Vamos, que entre mis hipótesis y estos libros que los carga el diablo tengo un peligro...

2 comentarios:

  1. Como eres mujer juiciosa y razonable, seguro que lo que decidas está bien decidido.
    Salu2.

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  2. Dyhego, Tú si que sabes, eres un crack, tu moza tiene que estar encantada.
    Besos.

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