Hace tiempo, no mucho, mi amiga Silvia apareció un día por el trabajo con una especie de condecoración de papel en su sudadera. La inscripción decía "Merito al trabajo".
"Cómo nadie nos dice lo bién que lo hacemos, me lo digo yo", me explicó. Desde ese día la llevaba siempre, nada más llegar a la oficina lo primero que hacía era "condecorarse" y ¡hala!, a trabajar con la moral bién subidita.
Y es que tiene toda la razón. A veces nos pasamos de masocas. Siempre buscando la manera de mejorar, de hacer más cosas, siempre buscando los "puntos débiles" para convertirlos en fortalezas...vamos, un sinvivir.
Que sí, de acuerdo, que hay que ser productivo, creativo, resolutivo, positivo, asertivo, proactivo
y además.... hacer tu trabajo diario.
Vale. ¿Y cuando escuchamos eso de "oye muy bién esto"?.
Así que hoy he decidido que cada mañana voy a empezar el día con mi momento "Pero que buena soy", que para escuchar desgracias y aguantar malas caras ya tendré tiempo.
Uff¡¡ ¡¡qué subidón de energia positiva!!, si es que no hay nada como quererse uno mismo.
¡Muac!, un beso para mí y otro para el que lo quiera...
Joeee.... que envidia me acabas de dar. Me falta positivismo como el tuyo en mi vida. Algo mejor me irian las cosas... Me ha gustado la entrada.
ResponderEliminarBueno, es que de vez en cuando hay que cuidarse y quererse un poco...Si no lo haces tú ¿Cómo puedes esperar que lo haga otro?, y también de vez en cuando darse un par de besos a uno mismo diciendo "porque yo lo valgo"...Oye!!y al final te lo crees de verdad.
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