Como he pasado unas horitas en tren los últimos días, he aprovechado para leerme Escribir en la oscuridad de David Grossman. Es un libro que me ha provocado muchísimas sensaciones, pero que sobre todo me ha ayudado a entender por qué el acto de escribir puede llegar a ser tan adictivo, tan necesario...tan vital.
Cuando empiezo a notar que alguna circunstancia que me rodea me empieza a "oprimir", cada vez más amenudo me apetece escribir. Puede ser sobre ello o no, pero de cualquier modo, al hacerlo no siento que me esté evadiendo de la realidad. Es todo lo contrario, me parece que lo que hago es dominarla, hacerme dueña de ella y no dejar que me arrastre, en definitiva, tener el control de mi libertad sea cual sea la circunstancia...
"Escribir sobre la realidad es el medio más simple para no ser una víctima". Cuando he leido esta frase de Grossman, una pieza más ha encajado dentro de mí. Me ha pasado con varios párrafos del libro. Las circunstancias de Grosmann y las mías no tienen nada que ver, pero la inquietud y la motivación para escribir de la que habla y tal y como la presenta ha sido como ver mi reflejo en un espejo y darme cuenta de detalles en los que nunca había reparado.
¿Qué parte de mí estoy exponiendo?, es algo sobre lo que llevo un tiempo pensando y sobre lo que Grosmann también habla aquí.La superficie del alma que está en contacto con la realidad. Cuanto más dolorosas son las vivencias, la superficie del alma en contacto con la realidad se reduce cada vez más, para protegernos, y eso en cierto modo es una especie de anulación de lo que uno es. Afortunadamente, con la escritura consigo evitar eso. Cuando me doy cuenta de que alguno de mis peques está triste, cuando algo está a punto de superarme, cuando pienso que me he enamorado de alguien que no sabe ni que existo, cuando vivo alguna circunstancia en la que no puedo expresarme con libertad, cuando algo hace que la superficie de mi alma tenga la tentación de encogerse....entonces es cuando necesito escribir.
Uno de los párrafos que más me ha gustado: " Para mí la escritura es, entre otras cosas, un acto de protesta, de resistencia, incluso una revolución contra ese miedo. Contra la tentación de atrincherarme dentro de mí mismo, de erigir una barrera casi imperceptible, amical y cortés pero sorprendentemente eficaz entre los demás y yo, en el fondo, entre yo y yo mismo."
La verdad es que cuando ves tus sentimientos por escrito los puedes analizar mejor. Luego, eso sí, todo a la papelera, que no los lea nadie, jejeje.
ResponderEliminarSalu2.
Dyhego, a mí eso de la papelera no me convence. Me quedo más tranquila no escribiendo lo que no que no quiero que se lea. Así no hay riesgos.
ResponderEliminarUn beso.