Mañana será uno de esos días estupendos que no comienzan con el despertador...
Puede comenzar con los niños invadiendo mi cama, o con un despertar perezoso unas horitas despues de haber amanecido. Esos dias subo las persianas y abro las ventanas, mientras el olor a café y a tostadas llega desde la cocina a todos los rincones de la casa.
El desayuno puede entretenerme diez, veinte, treinta minuos...no importa, el reloj no me vigila, ni yo lo vigilo a él. Soy la dueña de mi amanecer y yo decido cuánto lo quiero alargar.
El café se me queda frío porque leo, charlo, o me quedo con la mente en blanco mientras lo remuevo con la cucharilla. ...¿qué tengo que hacer hoy?-lo que quiera. ¿cuando?,- cuando yo quiera, ¡genial!, Esto sí es un fin de semana. ¡Buenos dias!
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