(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

sábado, 15 de enero de 2011

En calcetines y en silencio


Ya me he puesto el uniforme de fin de semana antisocial: homewear (lo que viene a ser un pijama), calcetines de montaña y manta de forro polar. Esta semana ha sido más larga de lo normal y estoy un poco cansada de tanta "vida exterior". Tengo asuntos pendientes que no pueden esperar más: dormir sin restricciones, no escuchar nada más que la música que me quiera poner y disfrutar del silencio que me dice siempre tantas y tan buenas cosas.
Acabo de echar un vistazo a algunas páginas interersantes y en una de ellas (Pick the brain) he leido algo sobre lo que precisamente estuve hablando ayer con una compañera. Hay gente que tiene una actitud permanente de protesta, de queja, de que todo cambio es negativo. Quita mucha energía estar rodeado de gente así y la única manera de que no afecte es tener muchísima más energía positiva y tener las cosas claras. En la página que menciono, hoy leo que se compara la queja con el vómito, algo que te libera mucho pero que lo pone todo perdido. Es una estupenda imagen, que me hace recordar la historia de las tres barreras que hay que tener en cuenta antes de "contar algo":
1- ¿Has comprobado que lo que vas a contar es verdad?
2- ¿Lo que vas a contar es bueno?
3- ¿Es necesario?
Si no respondes sí al menos a una de estas preguntas, mejor no lo cuentes.

Una queja es algo muy distinto de una reclamación. La queja tiene que ver más con el desahogo (el vómito), no suele ser constructiva, ni busca un efecto positivo posterior. La reclamación es una exposición que busca una respuesta, una solución a una situación. El pasivo se queja, expresa frustración y negatividad; el activo reclama, si no está en su mano, que suceda algo, que se resuelva una situación.

Y para terminar y antes de perder el conocimiento en el sofá, añado la frasecita del día:

"Quejarse es el pasatiempo de los incapaces"
(Hugo Ojetti)

Y ante la duda, y como canta El último de la fila: "Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo vayas a decir."

2 comentarios:

  1. Muy acertado todo, sólo una pequeñisima objeción. El apellido del tal Hugo ese, con lo convencida que me había dejado la frase y, de repente, me ha dado un ataque de risa. En fin, que tener un apellido como ese, puede condicionar la credibilidad de uno. Es todo broma.

    Saludicos

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  2. Marocha, no está bien eso de reirse de los apellidos ajenos ¿eh? que yo con lo de mangas he tenido lo mío, guapa....y que conste que esto no es una queja, es una reclamación.
    Besos!!

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