Zaragoza no se rinde. La reducirán a polvo: de sus históricas casas no quedará ladrillo sobre ladrillo; caerán sus cien templos; su suelo abriráse vomitando llamas; y lanzados al aire los cimientos, caerán las tejas al fondo de los pozos; pero entre los escombros y entre los muertos habrá siempre una lengua viva para decir que Zaragoza no se rinde.
Benito Pérez Galdós, Zaragoza
Para mi querido "guerrillero".
Y un toque de humor...
Preciosa Zaragoza. Espero volver muy pronto. Un beso mañica.
ResponderEliminarPues mujer, si vuelves, espero que me lo digas.
ResponderEliminarBesos.
...un dia de estos me pongo la mochila a cuestas y tiro para allá..no solo para conocer esa preciosa tierra que dice mangeles sino a la artifice de este blog; la señorita maite..un beso
ResponderEliminarIsa, encantada de la vida.
ResponderEliminarBesos.