Cuando no hay argumentos ni razones, parece que para algunos la violencia y la represalia son la única manera de imponerse. Lo que pasa que nunca aprendemos que así sólo se genera dolor, pero jamás se consigue tener razón ni ganar voluntades.
Estoy pensando estos días en 1808, en el terrorismo en euskadi, en las posturas de fuerza, incapaces de mover nada sin eso, sin la fuerza bruta.
El Dos de mayo no fue la rebelión del Estado español contra los franceses, sino la de las clases populares de Madrid contra el ocupante tolerado (por indiferencia, miedo o interés) por gran cantidad de miembros de la Administración. De hecho, la entrada de las tropas francesas se había hecho legalmente, al amparo del Tratado de Fontainebleau, cuyos límites sin embargo pronto vulneraron, excediendo el cupo permitido y ocupando plazas que no estaban en camino hacia Portugal, su supuesto objetivo.La represión fue cruel. Murat, no conforme con haber aplacado el levantamiento, se planteó tres objetivos: controlar la administración y el ejército español, aplicar un riguroso castigo a los rebeldes para escarmiento de todos los españoles y afirmar que era él quien gobernaba España. La tarde del 2 de mayo firmó un decreto que creó una comisión militar, presidida por el general Grouchy, para sentenciar a muerte a todos cuantos hubiesen sido cogidos con las armas en la mano («Serán arcabuceados todos cuantos durante la rebelión han sido presos con armas»).En el Salón del Prado y en los campos de La Moncloa se fusiló a centenares de patriotas. Quizá unos mil españoles perdieron la vida en el levantamiento y los fusilamientos subsiguientes. (Wikipedia)
A qué me recordará este hecho... es como si estuviera pasando hoy no?
ResponderEliminarRecuerda, que pase lo que pase "Zaragoza no se rinde"
"... entre los escombros y entre los muertos habrá siempre una lengua viva para decir que Zaragoza no se rinde"
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