(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

lunes, 3 de mayo de 2010

Miedos y miedos...


Una de las cosas que impide tomar decisiones es el miedo. También impide actuar con libertad, y ambas cosas para mí son vitales: tomar decisiones sin coacciones y sentirme libre.

Recuerdo algunas situaciones en las que he pasado miedo realmente. Recuerdo dos momentos y los dos tienen que ver con lo mismo. El primero es cuando escuchamos por la radio que en Pamplona habían asesinado a un militar y no dieron el nombre. Mi padre estaba destinado entonces allí y no hubo forma de localizarle durante unas horas que se nos hicieron eternas. El segundo sucedió en Diciembre del 87, días después del atentado de la Casa Cuartel de la Avenida de Cataluña en el que ETA asesinó a varias personas, niños incluidos. La psicósis de un segundo atentado en Zaragoza de características similares se había extendido, parece que existía cierto riesgo real y una noche una llamada recomendó a los vecinos del edificio dejar sus casas y pasar la noche fuera. Algunos vecinos se fueron y otros no. Nosotros nos quedamos. Esa noche la pasé en blanco, pensando cómo afectaría un coche bomba en mi casa. Los cuartos de mis padres y de mi hermano estaban más expuestos porque daban a la calle. El mío y el de mis hermanas eran interiores, algo más protegidos, pero tenía en la cabeza la foto del cuartel de la Avenida de Cataluña completamente reventado...pensaba cómo era posible que alguien pudiera salir con vida de allí, tal como quedó todo. Pensaba muchísimas cosas, pero también me dí cuenta de que a pesar de que hay cosas que pueden producir miedo, eso no es motivo suficiente para esconderse, para vivir esclavo de ese miedo.

Esa noche fue muy importante para mí porque desde entonces hay muy poquitas cosas que me producen miedo...Lo que más miedo me dá es perder la libertad para opinar, para elegir libremente y para obrar según mi conciencia.

Cuando veo a alguien que siente miedo de actuar como cree que debería,me gustaría poder transmitirle la seguridad que tengo yo en esos casos. En cambio, ponerme delante de alguien que de verdad me importa y decirle lo que siento es lo que me produce auténtico pánico. Pero como el otro miedo, creo que lo terminaré superando... a base de "ostiazos" y otras cosillas.

Cuando tengo que decidir algo y me doy cuenta de que es el miedo el que me impide tomar la decisión me pregunto: ¿Qué haría si no tuviera miedo?...y normalmente lo termino haciendo.

Es una cruzada personal.

6 comentarios:

  1. El primero de los miedos, da miedo. Muchos niños lo habrán sufrido en España, especialmente en Euskadi y Navarra. ¡Una canallada¡

    Y el segundo miedo, si te sirve de consuelo (ya sabes, mal de muchos, consuelo de tontos), pues yo también lo siento. Prefiero dar media vuelta e irme, a decirle a alguien, lo que pienso realmente de él. Supongo que es por la educación recibida. O tal vez, a la intuición, de que si lo dices romperás algo importante (algo contradictorio con el hecho de irse). O algo importante se romperá dentro de tí.

    ¡Un psicólogo, por favor¡

    Besos, maja.

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  2. Mariángeles, algo me consuela porque veo que no es algo que me pasa sólo a mí.Es bastante común. Qué complicaditos somos.
    De lo primero, no hay mucho más que decir.
    Besos.

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  3. Maite, si te sirve de consuelo, cuando tuve que ir la primera vez a ikea para ser entrevistada, tenía el corazón y los nervios que me iban a traícionar, ya sabes solo quería transmitir mi necesidad y mis ganas de hacer parte de ello y estaba bloqueada por el miedo pero TÚ me lo quitastes en un plis plas y salí de allí con ganas de más, de verdad. Mi tienda era esa y tú eras......gracias

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  4. No se si hablamos del mismo atentado, explotó el maletero de un coche y los dos guardia civiles volaron con el coche, yo también lo viví, era el padre de una amiga de mi hermana ...

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  5. Bea, esos fueron años muy duros y en Zaragoza hubo varios. Me refiero a otro en el que hubo muchas víctimas, pero al final uno u otro es lo de menos.

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