Nunca digo adiós a nadie. Nunca dejo que las personas más cercanas a mí se vayan. Me las llevo conmigo adonde vaya.
Igual ese es el motivo por el que soy incapaz de despedirme de algunas personas. Me resisto a perderlas. Pero al final los caminos se terminan separando.
Hoy ha vuelto a ser un día de despedidas de esas que me encogen el corazón. Hoy me he despedido de alguien que confió en mí, que me ha escuchado y que me ha dado buenos consejos. Había algo que siempre me decía:
"Nadie se baña en el río dos veces porque todo cambia en el río y en el que se baña".
"Nadie se baña en el río dos veces porque todo cambia en el río y en el que se baña".
Es una cita de Heráclito de Efeso, pero para mí, siempre será su frase.
Hoy no escribo más. No me sale nada. Igual que cuando he tenido que despedirme y no he podido articular una palabra.
MAITE:
ResponderEliminarTe entiendo y te comprendo. Un abrazo y ¡ánimo!
Salu2
Yo también te entiendo y te comprendo, las despedidas son tan amargas...por eso nunca me ha gustado decir adiós sino hasta luego..mucho ánimo maite, y muchos besos.
ResponderEliminarUn besico, guapa.
ResponderEliminarGracias a los tres, sois unos cieletes.
ResponderEliminarUn beso para cada uno.