
A la atención del responsable de Atención al cliente del departamento de redacción de instrucciones de la masa para bizcocho "verter y listo".
Muy señor mío
El motivo de esta carta es manifestarle mi más absoluto descontento con el trabajo que realizan en su departamento y por extensión en la totalidad de la empresa, que al final es la que debe responder de las negligencias cometidas en cualquiera de sus departamentos.
Yo no era un cliente muy habitual de su marca, pero desde ayer, le aseguro, que o rectifican seriamente o han perdido a diez clientes, porque pienso contarle mi mala experiencia a nueve conocidos míos...por lo menos.
Ayer me gasté algo más de dos euros en uno de sus preparados de masa para bizcocho, concretamente de chocolate. Se pueden imaginar la expectativas que se generaron en mi casa con el tema, los niños estaban emocionados. Yo seguí las instrucciones al pié de la letra:
1- precalentar el horno a 180º.
2- cubrir el molde con mantequilla y verter en él la mezcla.
3- introducir en el horno y cocer durante 40 minutos. Luego, dejar enfriar y desmoldar.
Fácil, ¿verdad?....
Antes de nada, y para que no se les ocurra poner en duda mi capacidad lectora, deben saber que soy Filóloga, especialista en literatura española y que en mi vida habré leido más libros que toda la plantilla de su empresa junta, que domino la paleografía y que incluso entiendo el castellano antiguo. Dicho esto, supongo que no se les ocurrirá alegar que posiblemente no he leido bien las instrucciones o que no las he entendido.
Pués bien. Después de leer las instruciones y hacerlo todo al pié de la letra, a los veinte minutos de introducir el molde en el horno empezó a salir un humo muy sospechoso , los ojos se me llenaron de lágrimas, casi muero asfixiada, las cortinas de la cocina cogieron un olor a chumarrina, que ahora, 24 horas después, todavía no se ha ido, tuve que abrir la terraza de la cocina de par en par (estando a dos bajo cero en la calle), y los niños sufrieron una tremenda decepción. A los 25 minutos de cocción el bizcocho estaba totalmente calcinado.
Por todo este cúmulo de circustancias, les exijo que solucionen la situación a la mayor brevedad, que me envíen un nuevo bizcocho de chocolate, pero ya horneado, por supuesto, que yo no tengo que hacer el mismo trabajo dos veces, que me compensen económicamente por todo el gasto ocasionado: La señora de la limpieza que tiene que venir a limpiarme el horno, el molde y las cortinas, que yo no pienso hacerlo; La factura del gas de este mes porque a causa de tener la terraza abierta el gasto de calefacción de ayer superó todas las previsiones; La factura de teléfono, porque semejante despropósito se lo tuve que contar a familiares y amigos y calculo que gasté unos 100 euros en llamadas; La gasolina que puse ayer en el coche para ir a comprar de propio la masa de bizcocho (unos 60 euros). La cuota trimestral de la actividad extraescolar de teatro de los niños (unos 120 euros los dos), que los he tenido que apuntar hoy para que aprendan a exteriorizar el sentimiento que les produjo la pérdida del bizcocho; Y lo que no tiene precio y que me ha supuesto un tremendo daño moral, la imagen de inutil que se me ha quedado y que ahora eso ¿quién lo soluciona?, porque claro, que se te queme un bizcocho de" verter y listo", ¿En que lugar te deja? ¿Cómo consigo que no les entre el pánico a los niños la próxima vez que me vean con un molde para tartas?
Por todos los gastos detallados, más los daños morales descritos, calculo que la compensación que me tienen que ofrecer asciende a unos 18.000 Euros, más o menos, además del bizcocho ya horneado que espero que me envíen junto con el cheque.
Esperando que sean competentes en la resolución del asunto y quede todo olvidado, le saludo atentamente.