Teresa, Maite, Jose Ignacio, Arancha, Cristina y Marta |
Las palomas son un asco. Lo ponen todo perdido, se te cagan encima sin ningún miramiento y se cargan las torres y las cornisas de los monumentos. Aún así a los niños les encantan. A los míos les gusta perseguirlas y asustarlas cuando se arremolinan a comer el maiz que les echan otros niños. A mí también me gustaba ir al Pilar a darles de comer, sobre todo cuando vivia en Madrid. Venir a Zaragoza era venir a ver a mis abuelos, a mis primas y al Pilar, a echar maiz a las palomas claro...y años después, ya viviendo aquí, alguna nieta o bisnieta de aquellas palomas que yo alimentaba me lanzó un regalito desde el cielo que cayó en la bata de cuaditos blancos y azules del colegio Santa Rosa. Esa fué la primera vez, pero no la última.
Las palomas son un asco, pero esta foto con mi hermano y con mis primas en la Plaza del Pilar, es una de mis favoritas.
Impagable el fondo de la fotografía, con esos coches. Distingo un Simca 1200, un Chrysler y un R5 antediluviano. Es entrañable.
ResponderEliminarFelices fiestas, Maite.
Jose Miguel, menudo control del asunto. Treinta añitos más o menos han pasado, pero si no fuera por los coches ni se notaría...¡Yo me veo igual!
ResponderEliminarFelices fiestas para tí también!