Como he probado a olvidarme de tí y no me sale nada bien, igual tendría que olvidarme de mí, de lo que quiero, lo que extraño y lo que recuerdo. Algún día también lo he intentado y creo que me ha salido. Y me voy a dormir tan contenta, creyendome que está todo controlado. Y resulta que no, que lo que olvido por el día, lo sueño por la noche. Igual que Penélope, haciendo y deshaciendo, tejiendo y destejiendo. Y no quiero quedarme en Ïtaca, mientas Ulises se pierde entre cantos de sirenas.
¡Qué difícil es deshacerse de determinadas telarañas!
ResponderEliminarSuerte en el empeño y salu2.
Dyego, la gran ventaja es que soy de Zaragoza, capital mundial de los empeños.
ResponderEliminarBesos!