(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

domingo, 21 de noviembre de 2010

El Castellano


Hace unos cuantos años, en el penúltimo curso de  la carrera...bueno, sí, hace muchísimos años ya, tuve la oportunidad de trabajar (de becaria) como correctora en un periódico del Grupo Z en Zaragoza: El Periódico de Aragón.
Hasta ese momento no existía allí la figura del corrector, cosa que a mí me parecía increíble en un medio de comunicación de semejante prestigio.  Pero para eso estábamos nosotras allí, las cuatro becarias de cuarto de filología que íbamos a limpiar, fijar y dar esplendor en toda la redacción.
En realidad nos convertimos en una especie de moscas cojoneras (con perdón), en la pesadilla de los redactores: que sí esto no es correcto, que si esto no se entiende, que si esta frase no concuerda, que si este tiempo verbal es incorrecto, que aquí mejor punto y coma que si no queda muy larga....claro, nosotras en pleno subidón filológico, salvaguardando la pureza de nuestra querida lengua y los redactores al libre albedrío, ancha es Castilla...
Mi primer día fue traumático porque se me pasó una errata gorda que al día siguiente fue titular en las páginas de local: Muerto al chochar contra un muro, en lugar de Muerto al chocar contra un muro. (ese fue mi primer batacazo contra un muro, en fin, qué vueltas dá la vida). Aparte de eso, la experiencia fue muy buena, pero a la vez frustrante porque realmente vimos que nuestro trabajo si se hacía mejoraba notablemente la calidad final de las ediciones, pero que si no se hacía, allí a nadie le importaba.
Aquello me enfurruñó un poco con el mundillo de la prensa, que además era otra de mis vocaciones. Y prefiero no seguir comentando nada sobre la calidad de lo que se escribía allí. No soy lectora habitual de El Periódico pero me dá la impresión de que en ese aspecto no han mejorado mucho.
Hoy me acuerdo de aquello porque he encontrado en El Norte de Castilla un apartado especial dedicado a cuestiones relacionadas con la lengua española:  El Castellano.  Esto es sólo un ejemplo de otra manera de hacer las cosas. El instrumento del periodista es el lenguaje, verbal o escrito, y si es un profesional de la comunicación lo mínimo que debe hacer es dominar ese instrumento. También es su responsabilidad porque actúa como modelo de uso. Hay otros muchos medios que se preocupan por esto, como El Mundo, El País o El ABC, con unos libros de estilo muy buenos, pero me ha llamado mucho la atención esta página de El Norte de Castilla. Ya la tengo en Favoritos.

4 comentarios:

  1. Hay que ver que socorrida es la antropología, que vale para todo. Luego dirán que no es una carrera con salida.
    Me ha parecido muy interesante el artículo sobre el leísmo. He descubierto el "leísmo de cortesia" pues no me había fijado nunca.

    Un abracico.

    ResponderEliminar
  2. A mí también me ha gustado mucho ese artículo, bueno y en general todo el contenido de la página.
    Me voy a pensar lo de la Antropología.Si te parece tan útil nos podemos hacer la carrera a raticos libres ¿No?
    Besos!!

    ResponderEliminar
  3. ...muy bueno el articulo, y también tu entrada porque me he hartado de reir con lo de las vueltas que da la vida con lo del muro...pero más me reí en la entrada en la que explicabas con detalle la pifia de la muerte al "chochar"...un beso!!!

    ResponderEliminar
  4. Isa, pues me alegro de que te haya gustado, la verdad que ha sido un buen descubrimiento la página.
    Lo de las vueltas de la vida es tremendo...a mí me tiene asustada, es un no parar...pero es emocionante.
    La anécdota es muy graciosa ahora, pero entonces quise que me tragara la tierra, ya lo comenté.
    Bueno, besos y a pasar buena semanita!!

    ResponderEliminar