El rato del trayecto al trabajo es uno de los más productivos del día. Aunque parezca que lo único que hago es cantar, pues a pesar de eso, esos 20 minutillos que tardo en llegar al trabajo son fundamentales.
Tengo ideas in itinere, recuerdos in itinere y hago una programación in itinere de la jornada.
Otra cosa que suelo hacer es echar de menos in itinere, muy intensamente, porque puedo pensar lo que me dé la gana sin que nadie me interrumpa o me diga si merece o no merece la pena que dedique tiempo a eso. Mi tiempo in itinere lo dedico a lo que quiero, que para eso es mi itinere.
Al volver a casa también aprovecho mucho el viaje. También canto, y además relativizo in itinere, le doy una vuelta in itinere a algún temita, y a veces hasta me río in itinere pensando en alguna situación in extremis, que algún día las hay.
Ojo con el itínere, que es peligroso, seguro
ResponderEliminarPues nada, MAITE, te mando saludos itinerantes.
ResponderEliminarVirginia Woolf tenía su "Habitación Propia". Tú tienes tu in-intinere propio.
ResponderEliminarBuen finde, by Marpin and The Froggi (puestos a idiomatizar...)
Capitán, es peligroso porque hay mucho fitipaldi del volante suelto, pero yo voy muy atenta, que soy muy responsable.
ResponderEliminarDyhego yo a tí te los mando itinereantes de ida y vuelta.
ResponderEliminarY un beso, también itinerante.
Marpin & The Froggi, que parece un grupo de rock&roll californiano, teneis toda la razón, y cuanto más largo es el itinere, mejor.
ResponderEliminarBuen finde!!