Echo de menos la práctica del kárate.
Además de ser un eficaz método de autodefensa y una estupenda manera de mantener la forma física, el kárate desarrolla una serie de capacidades, la mayoría de ellas relacionadas con el dominio de uno mismo y de lo que nos condiciona día a día: las pasiones, las emociones, las fobias y las filias los miedos, las amenazas.
Cuando practicas kárate aprendes a dominar muchas cosas, a canalizar energia, la positiva y la negativa.
Aprendes tambien a aceptar las cosas, que no es lo mismo que resignarse.
Adquieres un gran espíritu combativo y fueza de voluntad.
Aprendes a mantenerte en el camino.
Son muchas las cosas que aporta el kárate...
Capacidad de reacción
Descarga energética
Desinhibición
Disciplina
Concentración
Desarrollo intuitivo
Actitud positiva
Dominio de sí mismo
Voluntad y fé inquebrantable
Respeto hacia los demás
El Maestro Funakoshi, padre del Karate moderno, tal como lo conocemos hoy, lo resume en una frase:
El último objetivo del kárate no reside en la victoria o en la derrota sino en el perfeccionamiento del caracter de sus participantes.
Esta entrada va con retintín ¿no Maite? Que me estoy calentandoooo......
ResponderEliminarJavi, nada de eso...de todos modos, si es algo que te apetece hacer y tienes el tiempo, te lo recomiendo, ya te lo dije
ResponderEliminarEstoy abslutamente de acuerdo, nada mejor que el deporte para forjar la personalidad, y aprender a autocontrolarse, y a pasarse sin pasarse cuando es menester.
ResponderEliminarUn abrazo
Bueno, pero con reparos.
ResponderEliminarTodo con mesura, mucha mesura. Y la gente lo toma todo con tantas ganas.
Un abrazo.
Capitán, coincidimos, pero ¡qué fuerza de voluntad hay que tener para buscar un hueco!...con la prole todo se complica.
ResponderEliminarJavier, con mesura, que la vida demasiado sana ni es vida ni es nada.
ResponderEliminarUn abrazo