
En unos dias empiezo mis vacaciones. Debería estar contenta. Y lo estoy, porque necesito descansar, pero hay algo que me deja un regusto amargo, algo que me impide anhelar la llegada de esos días.
Cuando vuelva ya no vas a estar aquí. No se me dan bien las despedidas, ya lo sabes. Lo has visto otras veces. No esperes demasiado de mí el último día, ya me conoces un poco y sabes que me voy a ahogar antes de hablar. No esperes que te diga que te voy a echar de menos porque cuando es cierto no puedo decirlo.
Estoy segurísima de que las cosas os van a ir bien porque quién busca su suerte la encuentra y tú la buscas siempre, con cada decisión que tomas.
Gracias por todo lo que has hecho por mí, por tu paciencia, por aguantar mis dolores de cabeza y mis momentos "Acuarius" y por transmitirme toda tu sabiduría.
Aquí me quedo, con muchas cosas tuyas. Espero que en tu maleta vaya algo mío (algo bueno ¿eh?).
En pocos días te diré adiós. No podré decirte mucho más. Tú ya sabes lo que hay.