(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

viernes, 18 de septiembre de 2009

Acompañamiento para días de lluvia.


Igual, si aquí lloviera más amenudo, no me gustarían tanto estos días. Llueve tan de tanto en tanto que de una vez para otra se me olvidan las cosas. No sé dónde guardé el chubasquero y no encuentro el paraguas plegable.

Lo del coche siempre me pasa. Quiero poner en funcionamiento el limpiaparabrisas y enciendo los intermitentes, la luz de posición o hasta bajo la ventanilla. Mi coche, como todos, tiene un cacharrito que si le das, pone en marcha el limpiaparabrisas, y es muy fácil, pero es que de no usarlo...Y para poner en marcha el limpiaparabrisas trasero casi tengo que sacar el manual del coche. Una vez que todo está funcionando por fín y he vuelto a subir la ventanilla, es una maravilla conducir así. Mi música favorita, adecuada para un día de lluvia, buena visibilidad y el ruido del agua golpeando la carrocería.

Cuando hablo de música adecuada para un día de lluvia me refiero a dos "tipos" de música: la de "acompañamiento"y la de "compensación".

La de "acompañamiento" es una música que cala como el agua, que escarba hasta dentro y se hace una con la lluvia y el cielo gris. Es para recrearse y perderse en la melancolía, que es algo que hay que hacer de vez en cuando, para ver que hay por ahí dentro, por los bajos fondos. De vez en cuando conviene hacer revisión que si no las cañerías se acaban embozando.

La de "compensación" es la que pinta de colores el alma. Es la que te dice: ya pueden caer chuzos de punta que aquí estás tú. Es la única que se puede escuchar algunos días que no admiten recreaciones melancólicas. Porque no se soportarían o porque no convienen. Es la que te recuerda que sí puedes. Por si lo dudas.

El trayecto de casa al trabajo no me lleva más de quince minutos. Una suerte por no tener que invertir mucho tiempo diario en desplazamientos. Una pena porque se me hace muy corto.

En un par de horitas me iré a trabajar y todavía no tengo muy claro si hoy me toca música de acompañamiento o de compensación. Está lloviendo mucho,sobre la marcha....

6 comentarios:

  1. Vamos allá.

    Ni acompañamiento, ni compensación. Hoy toca música de desconcierto.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Pues me desconciertas, Javier. Siempre das en el clavo
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  3. Perderse en la melancolía me parece muy recomendable, pero siempre que no lo hagas demasiado a menudo en el mismo día

    ResponderEliminar
  4. Nunca amenudo, Carmelo. Con una o dos veces a la semana suficiente. Es una dosis aceptable ¿no?.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Hola Maite.

    Unos pensamientos escritos que muchos compartimos.

    Besicos de casi otoño.

    ResponderEliminar
  6. Isis, el otoño es mi estación preferida, porque empieza el fresquito, por los colores, porque es el inicio de muchas cosas...

    Besos

    ResponderEliminar