(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

jueves, 3 de marzo de 2011

Aclimatar

Como cada mañana , hoy he dedicado unos veinte minutos a mentalizarme para levantarme. Es importante ese tiempo para hacerme a la idea de que se acaba lo bueno. Es lo que pasa cuando una es incapaz de levantarse de golpe. Es el tiempo necesario para adaptarme, más o menos, al madrugón mañanero. Es algo así como la cabina de descompresión, o incluso como las labores de aclimatación de los alpinistas, que antes de subir a determinadas alturas deben acostumbrarse poco a poco a la altitud....pues eso, que yo cada mañana necesito aclimatar, y la aclimatación de hoy ha sido un poquito más complicada, porque a los minutos de sonarme el despertador me he dado cuenta de que no estaba en mi casa sino en un hotel con una cama muy grande y muy cómoda desde la que se veía el cielo gris de Bilbao y se adivinaba la lluvia que ha debido caer toda la noche...situación ideal para darse media vuelta, en esa cama tamaño campo de futbol, y seguir durmiendo....eso pensaba yo en mis tareas de aclimatación de hoy... y claro, así no hay manera de aclimatar, así que he pensado que si me ponía las noticias en la tele igual la cosa facilitaba el transito del duermevela  a la cruda realidad. No encontraba el mando. Luego no encontraba en el menú del mando cómo poner la tele, y finalmente. cuando me he levantado después de ver a Mourinho haciendo el payaso he ido a entrar al baño y no estaba. Ayer estaba aquí mismo, pegadito al mueble bar y justo antes de la puerta...pero hoy ya no estaba aquí. He vuelto a recorrer con la vista toda la pared : mueble bar, hueco y puerta...en este hueco debería estar el baño. He vivido unos segundos de confusión, breves pero intensos en los que he pensado:
1- ¿Seguiré dormida?
2- ¿Será la resaca?...no bebí tanto
3- ¿Será esta mi habitación?...¡Si es que no bebí tanto...!

Al final resulta que el baño estaba en otra de las paredes, junto a la cama...un baño de esos modernos con puertas correderas que desde fuera parece un armario empotrado...eso es lo que me ha confundido...bueno eso y la noche y las labores de aclimatación que hoy se me han hecho cuesta arriba. Ahora, que mañana a la aclimatación le voy a dedicar el tiempo que sea necesario, ya en casita, y sin despertador. Así si.

2 comentarios:

  1. El snooze, Maite. Uno de las grandes aportaciones de Mr. Casio al siglo XX.

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  2. Gran invento, Alejandro, si señor...hasta 25 minutillos llego yo a alargar el despertar con eso de los cinco minutos más del snooze del móvil...y porque no me deja más.

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