Ya hacia mucho que no me sentaba en mi playa. Ha hecho un día espléndido, pero mi playa está bonita siempre; la lluvia también le sienta bien.
El horizonte era hoy azul infinito y mirándolo no se cuanto tiempo habré pasado, pero no me cansaba. Lo miraba buscando respuestas, mirando hacia fuera y mirando hacia dentro.
El mar que en el horizonte se veía quieto y en calma, en la playa estaba inquieto, revoltoso, inconformista, como siempre lo recuerdo.
El sonido de las olas rompiendo ha sido como una nana que escuchaba con los ojos cerrados mientras la brisa acariciaba mi piel y mis pies jugueteaban bajo la arena, escondiéndose, buscando el fresquito.
Esta playa ya es parte de mí. Nunca me defrauda. No necesito hacer nada especial cuando estoy allí. Si abro los ojos no me canso de mirar los azules en todas sus variedades, tan serenos, tan amigables. Si cierro los ojos no me canso de escuchar el rumor del mar, una y otra vez, siempre igual y cada vez tan especial.
Es un sitio estupendo para pensar, para recordar, para añorar y para soñar.
Lo visto, lo oido y lo sentido me lo llevo conmigo, como en una postal viva y durante el año, cuando lo necesite la miraré y será como estar allí, sintiendo la brisa.
Que razón tienes. Cuantos recuerdos me trae a mi el mar, en concreto la playa de la Concha en San Sebastián. Largos paseos cogidos de la mano, miradas cómplices que lo decían todo.... El sonido del mar como banda sonora de fondo en un marco incomparable de serenidad y paz. Pero ahora todo eso no son más que recuerdos, y en mi interior se quedarán...
ResponderEliminarSe te ve muy profunda, Maite. Una entrada super bonita... Un abrazo
Mi playa es Zarautz, Javi....si que estoy profunda, si.
ResponderEliminarUn beso.
Pásate por alli la noche del 10 y mira el cielo, las Perseidas nunca defraudan ;)
ResponderEliminar¿zarautz? Mañana a las 9 salgo con un grupo de jubilados para allí, así que ya mirare al cielo por ti, si no llueve, claro porque en Pamplona esta callendo una ahora mismo....
ResponderEliminarBella playa.
ResponderEliminarSi te fijas ninguna es igual, pero todas son diferentes.
Un abrazo.
Jorge, no se todavía dónde andaré la noche de las lágrimas de San Lorenzo. Supongo que las veré desde Estella, que tampoco es un mal sitio para mirar el cielo.
ResponderEliminarUn beso
Javi, aunque vas a trabajar, espero que tengas un respiro y disfrutes de mi playa un poquito.
ResponderEliminarMuy bella, Javier, y no sabes cómo la echo de menos durante el año. Es una playa larga, ideal para pasear, con la montaña verde que baja casi hasta el mar, a la izquierda, y enfrente Guetaria, que es la silueta que se ve en la foto con forma de ratón..."el ratón de Guetaria".
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué envidia, Maite. Mi playa, en el sur, no me evoca esas sensaciones, atestada de gente como está. Más bien me entran ganas de escaparme, y eso he hecho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues feliz escapada, Jose Miguel, espero que el pinganillo no te estropee el relax.
ResponderEliminarUn abrazo.