Hace unos días me entristeció ver las imágenes de la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos. Me estremeció porque recordé lo sucedido en Zaragoza.
Más de cincuenta niños dormian allí y siguen en este mundo porque Dios lo ha querido.
Carlos y Diego no tuvieron la misma suerte y hace unos dias fueron asesinados en nombre de ¿Euskalherria? ¿La autodeterminación? ¿La libertad del pueblo vasco...?
Por primera vez un Lehendakari ha salido de "su territorio" y ha viajado al "Estado español", al lugar dónde se ha producido el atentado y ha lanzado un mensaje claro a los terroristas.
No se lo que durará este Lehendakari. Si pudieran se lo cargaban ya mismo. Está demostrando que se puede ser muy vasco y nada hijo de puta a la vez. No es santo de mi devoción pero está demostrando que los tiene bien puestos, y eso allí ya es mucho.
Miro las fotos de Carlos y Diego y siento una pena inmensa. Me pregunto por sus familiares, sus amigos y sus compañeros. Qué duro perder a alguien querido de ese modo.
Miro sus fotos, el uniforme que visten y sus miradas y me transmiten fuerza para seguir aquí, diciendo alto y claro que nunca vamos a ceder, que los asesinos no tienen sitio, que mi pais, España, no se va a doblegar nunca ante el terror, que seguimos recordando a los que nos han sido arrancados y que por ellos y por la libertad, no hay nada que tratar con esa gentuza.
A por ellos. Sin tregua.
Si es que los españolistas no les entendemos, Maite, no comprendemos la grandeza de su lucha. Los gudaris llevan enfrentándose al Estado Español opresor del Pueblo de Euskalherría cincuenta años, medio siglo de libertades pisoteadas, cinco décadas en las que al Árbol de Gernika no le han dejado echar raíces, diez lustros de combate desigual contra unas fuerzas armadas que se obstinan en controlar la vida cotidiana en el País Vasco. No comprendemos que el uniforme de un Guardia Civil, su sola presencia es una afrenta insoportable para lo que representan las libertades vascas, su idiosincrasia, su peculiaridad. No los necesitan, que se vayan de Euzkadi, que bastantes gudaris hay en Euskalherría para mantener el Orden dictado por SUS propias leyes y SUS propios políticos. Euskadi no es España, joder, que parece que estos últimos cincuenta años han pasado en balde. ¿Por qué hay gudaris encerrados en las cárceles españolas, lejos de su Patria? ¿Por qué la madre de un patriota tiene que desplazarse a doscientos, trescientos, mil kilómetros para poder ver y abrazar a su hijo, preso político de España? ¿Y todavía te preguntas por qué luchan?
ResponderEliminar...
Perdóname, Maite. Lo siento mucho. Me han entrado una ganas horribles de vomitar...
Maite, gentes como tú hacen que merezca la pena vivir en España, porque hay veces que uno sólo tiene ganas de irse y abandonar.
ResponderEliminarUn abrazo
Maite, un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEnrique, menudo discurso. No yo no les entiendo, ni tengo ninguna intención.
ResponderEliminarCapitán y Javier, Gracias.
Jamás, pase lo que pase y hagan lo que hagan para conseguir su fin, conseguiran de mi una micra de apoyo. Si de mi dependiese, repoblarían España de árboles hasta el fin de sus días... un abrazo Maite, y si se me permite, tienes dos huevos bien puestos... perdón por la expresión.
ResponderEliminarHombre Javi, se agradece la intención, pero eso de los dos huevos bíen puestos queda un poco raro ¿no?
ResponderEliminarUn abrazo.
jejejeje pues si, pero bueno, me ha salido del alma..aunque se me entiende ¿no?. Otro abrazo
ResponderEliminar