(...) No puedo elegir, me quedo aquí,
entre olas verdes y montañas azules

(Kirmen Uribe)

miércoles, 23 de mayo de 2012

Imanes de nevera






Desde que tengo una nevera panelada ya no es lo mismo. A mí siempre me han gustado los imanes de nevera. Tengo un buzón londinense, un enano irlandés, una vespa italiana, un centurión romano, una pizza, una brujita como la de "la bruja de Oro" de Sort, que me salió en un roscón, el simbolito del metro de Londres, un calendario y el teléfono de los taxis de Colmenar Viejo, que nunca se sabe cuando puede hacer falta. Pero esto no es nada. Antes tenía más. También tengo imanes redonditos de colores para colgar dibujos y cosas importantes, como el teléfono de un señor muy apañado que hace arreglillos en casa.
Pero estas neveras modernas paneladas, para esta frikiafición mía, no sirven. He perdido imanes muy valiosos de resina, multicolores, con unos labrados y unos repujados en 3D dignos del Museo Reina Sofía.
Un disgustazo. Algunos he intentado recuperarlos, pero el que cae una vez, termina cayendo más veces. Esta nevera no tiene fuerza, me ofrece muy poca confianza. No como las de antes. Y es que se me ponen los pelos de punta cuando abro la puerta para sacar un  yogur y noto que una de mis joyas resbala un poquito. El centurión por ejemplo, ya está manco y sufro mucho por él. El buzón me lo traje del último viaje a Londres sabiendo el riesgo que corria, pero no pude evitarlo, los que amamos los imanes de nevera no podemos contenernos en determinadas tiendas de souvenirs o en los duty free de los aeropuertos.
Los dibujos del día de la madre estaban colocados en la parte superior hace una semana y ahora ya están casi llegando a la zona del congelador...son como los ibones que se van desplazando por el cambio climático. Y eso que los imanes que los sujetan son de los buenos...pero la culpa es de ese maldito panel gris metalizado de la nevera. Que para una decoración minimalista no digo yo que esté mal, pero para el uso tradicional, y casi principal,  que se debe dar a una nevera de una casa normal, está muy mal pensado.
Y he probado todos los rincones de la cocina, y ya no hay ni un centímetro cuadrado de superficie en el que se pueda poner un imán. No se sujetan en ningún sitio..¡pero qué mierda de materiales estamos usando!.
Empezamos hace años con el tema de los metrosexuales, los hombres empezaron a depilarse más que yo y la cosa ha degenerado en esto. ¿Qué va a ser lo siguiente?.
Ya no hay magnetismo...con lo importante que es para todo.

6 comentarios:

  1. Dí que sí,qué mala está la cosa...con lo importantes que son las cosas de toda la vida...para poder hacer lo de toda la vida...¿A dónde vamos a ir a parar?...

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    1. Te noto indignada. La cosa está muy mal. Si quieres montamos una acampada para indignarnos juntas....en el Pirineo a poder ser, que nos sentará mejor.

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  2. Maite:
    Si supiéramos qué pegamento utilizan los políticos para no despegarse de sus poltronas, seguro que no se volvería a caer nngún imán...
    Salu2 imanta2.

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    1. También es verdad....pero lo bonito de los imanes es ponerlos y quitarlos...moverlos...la flexibilidad...cosa que no tienen los políticos. será por el pegamento.
      bss

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  3. Hola de nuevo Maite!!...que de tiempo!! no sabia que estas neveras nuevas no podian con los imanes..y yo que queria una de esas...:( y digo yo si no son capaces de aguantar un simple iman, ¿como son capaces de enfriar?...jejeje

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    1. Isa, piénsatelo...piénsatelo, que luego te traes un iman de un viaje y no lo puedes poner y es como si no te has ido.
      Bss.

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